top of page
  • Foto del escritorEri1305

Fortune

Yachiyo Tsuruhime era una chica de 21 años muy apegada a las modas, tenía el cabello rosado que caía en ondas sobre su hombro izquierdo, ojos azules claros, contextura delgada, tez blanca y un gran talento para el teatro, además de que siempre resaltaba su sinceridad.

Por eso era tan extraña la situación en la que se encontraba, estaba en el teatro hablando con la guionista de la obra en la que estaba participando, la misma trataba sobre una chica que estaba ansiosa por su futuro y en su desesperación iba en busca de alguien que le hablara de su destino, pero la directora teatral le había dicho que necesitaba conectar mejor con el personaje, porque sentía que en los ensayos ella no lograba interpretar con la misma credibilidad las escenas en las que la chica se emocionaba por escuchar su futuro. Ella irritada por las quejas de la directora le pidió una solución y la mismo solo logró enviarla con la guionista. Por eso estaba ahí.

— ¿Qué debo hacer? No puedo tomarme en serio estás líneas — Le remarcó a su acompañante las mencionadas.

— Lamento si sueno muy ruda, Tsuruhime-san, pero esas líneas están bien, no pienso cambiarlas, de hecho, el guion está bien, la que está mal eres tú, deberías tratar de conocer mejor al personaje — Shion Amemiya, siempre había sido una chica algo directa y ruda, no tenía mucho tacto al hablar, poseía un cabello negro liso que caía sobre espalda, tez blanca y un fleco que reposaba sobre su frente, había sido estudiante de la academia Seisho, en la clase B, era alta y de ojos cafés, tenía 21 años de edad.

La peli-rosa vio en su rostro un intento de sonrisa y tuvo que ceder. En el fondo, sabía que ella era el problema, entonces rendida le preguntó — ¿Y cómo lo hago? Solo son estas líneas las que no logro interpretar del todo ¿No hay forma de que me ayude, Amemiya-san?

El guionista abandonó su posición en su silla quitándole atención a unos papeles de su escritorio para mirarle con amabilidad — ¿No has tratado de pedirle consejo a Masai? Seguro que encuentra forma de ayudarte.

— Ya lo ha hecho, pero creí que encontraría una solución en el guion, lamento eso. Tsuruhime-san ¿Qué tal si intentas probar con la fortuna, ir a un lugar o con alguien que te lea la mano o el futuro, para que trates de sentir lo que sintió el personaje? —Kiriko Masai, quien era una chica de su misma edad, con cabello castaño, bajita, ojos azules oscuros, de sonrisa amable y sobre su rostro caía un pequeño fleco algo desordenado por todo lo que se había movido en el día, era una exestudiante de la clase B de la academia Seisho y la directora de escenario, se integró en la conversación al llegar por detrás de la peli-rosa, sorprendiéndola ligeramente.

Amemiya sacó de entre sus páginas una tarjeta y se la entregó a la actriz — Toma, conozco a una chica proveniente de China que lee la fortuna, lo hace por Hobby, así que supongo que no te va cobrar, dile que te la recomendé yo, en verdad es buena.

Masai miro la escena con extrañeza, tenía años junto a Shion y no sabía que ella iba o había ido alguna vez a esas cosas sobre la fortuna.

La actriz miró el papel y leyó solo la dirección, entonces decidió guardarlo en uno de sus bolsillos — Gracias, Masai-san, Amemiya-san, tendré en cuenta su consejo — Les ofreció una reverencia en agradecimiento y dándose vuelta emprendió marcha fuera del teatro, ya era de noche y los ensayos habían terminado, de hecho, solo quedaban ellas tres en el lugar, Amemiya y Masai solían encargarse de cerrar.

Aún en el teatro la directora se movió entre el lugar buscando en medio de las butacas por si a los del elenco se les había olvidado algo, no sabía dónde estaba Shion hasta que escuchó el piano que habían colocado en el centro del escenario comenzar a sonar, era una melodía tan dulce y suave, ella solía ver a esa guionista como alguien ruda y fuerte, pero siempre que escuchaba sus emociones escapar por entre los instrumentos se daba cuenta de lo sensible que podía llegar a ser.

Amemiya y Masai tenían años viviendo juntas, desde que salieron de Seisho, la más bajita recordaba cómo le había pedido a Amemiya que fuese su compañera de habitación, necesitaba pagar las deudas y no tenía tanto dinero, si no conseguía alguien que pagase la mitad tendría que volver a casa de sus padres lejos de Tokio, y ella solo sentía la confianza suficiente alrededor de Amemiya. La pelinegra en un principio se negaba, ella le decía que ya había conseguido alguien con quien compartir habitación, que no necesitaba eso. Cuando la castaña le contó sus razones, no pudo negarse y tuvo que ceder. Desde entonces, vivían juntas en un departamento en Tokio.

Shion sabía que no era ningún tipo de coincidencia que casi siempre lograra trabajar en las mismas obras que dirigía Masai, incluso a veces pensaba que la más baja se vendía con guionista incluida, pero no podía negarse al trabajo, lo necesitaba, no porque necesitara el dinero, ella quería demostrarles a sus padres que podía salir adelante sin ellos, porque venía de una familia acaudalada y por eso ellos la juzgaron cuando les comentó que quería dedicar su vida al teatro. Creyeron que estaba loca cuando les dijo que realmente le interesaba la idea de escribir guiones, les parecía descabellado porque les era absurdo estar detrás del escenario y no bajo los reflectores, pero ni siquiera eso detuvo a Shion Amemiya.


Aunque en ese momento los pensamientos de la pelinegra estaban en otra cosa, o más bien, en alguien más, cada tecla en sus dedos gritaba su nombre, tenía sentimientos de los que no quería hablar, no sabía cómo hacerlo, y por eso siempre esperaba que todos se fueran para declarar su amor sin palabras, ese piano era su mayor confidente. No quería salir del teatro pronto, porque eso significaba que la cuidaría camino a su departamento y una vez en el mismo, volvería a sentir que era arriesgado dormir bajo su mismo techo, no sabía cómo seguía resistiéndose a sus impulsos de besarla o dormir abrazada a ella después de un día tan agotador. Antes de darse cuenta sus dedos dejaron de tocar esa melodía y tuvo que volver a la realidad al escuchar unos aplausos venir de su acompañante quien se encontraba sentada en las butacas de primera fila frente al escenario.

—Que hermosa interpretación, Amemiya, cada noche me sorprendes más — La castaña se levantó de su asiento y se recostó al borde del escenario, a mirar a la pelinegra que estaba en la parte superior — ¿Quisieras que te diese la oportunidad de tocar el piano alguna vez en una obra?


La pelinegra negó con su cabeza — Gracias, pero estoy bien con ser guionista —Trato lo más rápido posible de cambiar de tema, ella no quería que nadie más escuchase sus sentimientos al piano, los tenía reservados solo para esa chica distraída que tanto la miraba en ese momento —Deberíamos ir cerrando este lugar.

La castaña le mostró las llaves y le llamó con señas para que bajara del escenario, cosa que la pelinegra hizo una vez colocó un pedestal en la tarima con una bombilla, al bajar tomó de entre las butacas de enfrente sus cosas que había dejado abajo y colocándose su abrigo siguió a la más baja mientras apagaba las luces, dejando solo una encendida en medio del escenario, como tradición en el mundo del teatro.

Varios edificios a distancia se encontraban una Yachiyo revisando con ímpetu ese pequeño apunte que le dio Amemiya-san. Estaba el número de teléfono, su dirección e información básica sobre aquella persona, menos su nombre, cosa que la hizo pensar que tal vez podría tratarse de una broma de parte del elenco. No podía perder tiempo, necesitaba resolver ese problema antes de la primera puesta en escena, por lo cual estaba pensando si arriesgarse e ir o solo quedarse a desesperar en su departamento. Con un suspiro cedió, tenía que hacerlo, necesitaba intentar con todas las posibles soluciones, por más ridículas que sonaran.

Mirando el papel tomo su teléfono de la mesa que estaba frente al sillón donde se encontraba sentada, y decidió marcar al número que tenía escrito en el pedazo de hoja, el timbre sonó por primera vez, ella pensaba fervientemente que diría a la persona que estaba en la otra línea, sonó una vez más, y ya estaba desistiendo a esa llamada, una última vez y perdió las esperanzas en que contestaran, lo cual no sucedió, nadie tomó su llamada, volvió a marcar solo por insistencia y otra vez fue a buzón de voz.

Con un suspiro miró la dirección escrita en ese papel y se dijo —¿Que tan importante es esto? ¿Necesito hacerlo? — A su mente llegaron recuerdos de Masai-san pidiéndole que tratara de mejorar esa escena y conectar con su personaje, no había sucedido en una sola ocasión, si no en muchas, recordó a Amemiya diciéndole que el problema era ella y levantó la mirada algo molesta —Tengo que resolver esto lo más pronto posible. Después de todo, una etude no puede fallar — Convenciéndose de aquello decidió salir del departamento tomando rumbo a la dirección que tenía apuntada ahí.

El camino fue bastante tranquilo y cotidiano, las calles de Tokio estaban vacías por la hora que era, cuando pensó en ese detalle ya estaba dentro del colectivo, era de noche y tal vez esta persona estuviese durmiendo. Frunció el ceño para sí misma, eso no la iba a detener, estaba bastante desesperada.

Antes de darse cuenta estaba en el edificio, frente a la puerta donde estaba marcado el número del departamento, el mismo que decía aquel papel, sin darle muchas vueltas tocó la puerta y su sorpresa fue grande al encontrarse a una chica de cabello morado que estaba amarrado en una coleta, ojos cafés claros, con un lunar bajo su ojo izquierdo, un par de centímetros más alta que ella, y definitivamente de procedencia China, el problema es que ella la conocía muy bien.

Con una sonrisa su interlocutora le saludo — ¡Tsuruhime-san! Es un gusto volver a verte, no esperaba que aparecieras por aquí.

Al verla le sonrió suavemente y le dijo —Mei Fan, tanto tiempo sin vernos — Todo en su cabeza le decía que huyera si esa era la adivina con la cual le redirigieron, Mei tenía la peor fama leyendo la fortuna.

Interrumpiendo sus pensamientos la chica de cabello morado le habló —¿Que te trae por aquí?


Con su habitual sinceridad le contestó — Tengo problemas con una obra y me han recomendado ir con alguien que me lea la fortuna, pero en vista que la recomendación que me dieron eres tú, prefiero no hacerlo.

La más alta la miró un poco ofendida, y le dijo —¿Porque dices eso? Soy de las mejores en esto.

— Cuando estábamos en Siegfeld tenías la fama de siempre decir cosas malas sobre el futuro — No necesitaba forzar mucho la memoria para recordar esos comentarios de sus compañeras.

Fruncido el ceño trató de defenderse —¡Eso fue ya hace unos años! He mejorado mucho.

Mirándola con seriedad Yachiyo le dijo — No te creo en lo absoluto. Ese papel no vale tanto como para arriesgar mi vida a tu fortuna.

Mei Fan sin pensarlo demasiado la tomo del brazo y tiró de ella dentro del departamento cerrando la puerta con un pie al pasar — ¡NO ME IMPORTA SI QUIERES O NO, VOY A MOSTRARTE QUE PUEDO! ¡PORQUE SI HE MEJORADO! — La arrastró hasta una silla en el comedor donde la obligó a sentarse.

Yachiyo veía curiosa a Mei ir de un lado a otro, ella no sabía cómo había terminado sentada en esa silla frente aquella mesa donde reposaba una especie de hoja con un dibujo de lo que reconocía como los símbolos del yin yang. Trato de relajarse un poco antes de preguntar a su acompañante —¿Que haces?

La aludida la volteo a mirar y le dijo —Estoy buscando los tallos de Milenrama, no sé dónde los puse y sin ellos no puedo hacer el I Ching.

— ¿Y así quieres que te crea que has mejorado? — Yachiyo no tenía idea de que estaba hablando, pero no tenía ninguna intención de preguntar, porque ni siquiera quería estar ahí.

En unos minutos regresó Mei con todo listo, lo colocó en la mesa mientras se sentaba — Estoy lista para descifrar tu fortuna ¿Estás lista para conocer tu destino?

Yachiyo la miró seriamente, antes de negar con la cabeza —¿Cómo puedo estar lista para abrir la caja de pandora?

Mei Fan ignorando sus palabras comenzó a marcar las líneas en la hoja donde reposaba un dibujo del Yin-yang, después de hacer el proceso del conteo de las varillas, la mirada de la peli-morada comenzó a mostrar preocupación al ver las primeras líneas, las cuales era una línea recta, y luego cinco descontinuas —Oh no...

Yachiyo le interrogó preocupada al ver en ella su nerviosismo —¿Qué significa?

—No te preocupes, este es solo el primero, es Po, significa "La desintegración", también puede significar que no es propicio ir a parte alguna.

Yachiyo estaba a punto de levantarse de la silla hasta que Mei Fan tomó su mano — Oye, dejemos esto así. Tengo miedo de lo que vaya aparecer.

—Justo tu fortuna dice que no puedes ir a ningún lado— Soltó su mano para comenzar a hacer otras líneas rápidamente sin detenerse a explicarle que significaban. Estaba un poco asustada de en realidad terminar dándole una mala fortuna a Yachiyo. Susurró para sí misma viendo los resultados de los hexagramas evitando la mirada anodada de su acompañante — Sung (conflicto), K'un (adversidad), Chieh (restricción) — Ya llevaba cuatro Hexagramas de ocho y los cuatro eran malos.

— Mei Fan, por el terror que expresa tu rostro sé que debo preocuparme, pero necesito saber de qué debo cuidarme, ¿Que significan? — La aludida ni siquiera se había percatado de estar expresando tal emoción.

Con un suspiro y un asentimiento le respondió señalándole los grupos de líneas dibujados en el papel — Sung significa conflicto, K'un la adversidad, también puede significar que, si tienes algo que decir no se te creera, y Chieh la limitación, que tendrás una restricción amarga.

—Mejor termina de leer el resto y acaba con esto, no veo que hayas mejorado en nada, Mei Fan — Yachiyo recostó su cabeza entre sus manos convenciéndose a sí misma que eso eran tonterías. Trataba de mantener la calma.

La peli-morada frunció el ceño y asintió rogando mentalmente a la fortuna que le ayudase con el resto de esa lectura, tomando aire volvió a marcar uno tras otro con rapidez solo que ahora explicándole bien a Yachiyo que significaban — Ta Kuo es la sobrecarga, significa que es propicio que tengas donde ir, Sun es el decrecimiento, el dictamen de este dice que tu veracidad va mermar, Ming I es el prejuicio, este hexagrama dice que es propicio ser perseverante en la emergencia — Cuando terminó de hablar miró a Yachiyo más preocupada que nunca y casi con una sonrisa de disculpa le dijo señalándole las últimas líneas — Y este es Hsien, el cual significa atracción mutua.

La chica de cabello rosa le quitó importancia mirando en otra dirección — Son solo supersticiones.

La de procedencia china negó con la cabeza — La última vez que predije Po (La desintegración) esa persona quiso viajar sin importarle la predicción y tuvo un accidente en el cual quedó en el hospital. Deberías tener cuidado. El I Ching no se equivoca.

Irritada Yachiyo la miró molesta —Puede que el I Ching no se equivoque, pero tu si, Mei Fan, y pude notar con claridad que no mejoraste en lo absoluto.

—Claro que sí, ¿Qué hay del Hsien?, la atracción mutua, eso es bueno.

—No me gusta nadie, y no creo interesarme por nadie pronto.

Con asentamiento Mei Fan bajó la mirada pensativa, tenía que ayudarla, ella estaba segura de no haberse equivocado, el I Ching predijo eso para Yachiyo, y era bastante grave toda la predicción. Sus pensamientos continuaron ese camino buscando una solución o alguna manera de reparar haberle predicho solo la mala fortuna.

Yachiyo estaba concentrada mirando a Mei Fan, podría ver casi que literalmente los engranajes girar en su cabeza mientras pensaba. De pronto tuvo consciencia de que tenía casi dos años sin verla.

Desde que se graduaron de Siegfeld cada una empezó a hacer algo distinto, ella por su parte tomo su camino y comenzó a hacer audiciones, lo cual logró conseguirle un par de papeles al igual que ser modelo para algunas revistas, le gustaba ese trabajo. Akira según tenía entendido, había conseguido un par de protagónicos en unas dos obras que se presentaron en un mismo teatro.

Ellas se reunían de vez en cuando el primer año después de graduarse porque querían continuar su amista con Shiori y llevarla por "el camino correcto" ya que sabían que era muy sugestiva, justo en esas reuniones se enteró que Michiru había conseguido un papel de antagonista en una obra al poco tiempo. Pero eso había sido hace casi dos años, ya no sabía que podría estar haciendo. Justo como no sabía a qué se dedicaba la chica que tenía delante, ni siquiera recordaba que podía haberles dicho dos años atrás.

Antes de darse cuenta se encontró preguntándose a sí misma que era eso que la había llevado a distanciarse de Mei Fan, cuando podía recordar que ellas habían tenido una muy buena amistad. Sus recuerdos viajaron al día de la graduación.

Una Yachiyo intrigada y más joven se encontraba frente a una versión de Mei Fan totalmente nerviosa, podía oír su voz temblar del pánico que estaba sufriendo mientras en su rostro reposaba una mirada igual de pensativa que la que Yachiyo en ese mismo momento tenía enfrente en aquel departamento.

Después de segundos la chica de cabello morado pareció recodar tener voz y en una especie de susurro soltó — Yachiyo, tengo algo importante que decirte.

Con un asentimiento le respondió, invitándolo a hablar, cosa que la otra chica hizo rápidamente cerrando los ojos a la misma velocidad — Siento que estoy enamorada de ti, eres una persona muy especial para mí. Compartes gustos conmigo y tratas de compartir cosas que incluso ni siquiera terminas de entender, y aunque no tengamos siempre los mismos puntos de vista, aprecio con mi vida tu opinión. Te lo digo ahora que nos vamos a graduar solo porque he estado buscando el valor todo este tiempo para decirte esto y porque sé que hay altas posibilidades de que al salir de aquí perdamos contacto, y yo en serio no quiero que eso me suceda contigo. Además, prefiero saber que te expresé mi sentir a que solo lo dejé morir.

Con un sonrojo en su rostro Yachiyo pensó bien las palabras que utilizaría, después de segundos de silencio en los que su acompañante sintió morir y le dijo — No siento lo mismo que tú. Pero estoy completamente halaga de saber que soy capaz de hacerte sentir así, Mei Fan, gracias por ser lo suficiente honesta conmigo para venir a contarme tus sentimientos.

La aludida le sonrió con suavidad antes de decirle —No te preocupes, incluso la fortuna me advirtió prediciéndome un P'i, igual estoy contenta de haberte podido decir esto y que no reaccionas es de mala manera.

En aquel momento la chica de ojos azules pensaba que no quería que su amistad se viese deteriorada, pero era inevitable que eso pasara, no necesitaba ni siquiera ir a la fortuna para saber lo que pasaría después y ella respetaba las decisiones de esa chica, por eso, no la había buscado tiempo después de salir de Siegfeld, solo se encontraban cuando Akira organizaba alguna "reunión" en algún café. Por eso tenía alrededor de dos años sin verla.

La Yachiyo del presente miró a Mei Fan, sentada frente a ella pensando, pensando un montón, miraba las líneas esas, miraba el dibujo central de la hoja y parecía pedir al cielo ayuda. Llena de curiosidad le preguntó — ¿Que significa P'i?

Saliendo de su ensimismamiento a la vez que era tomada por sorpresa Mei le contestó casi automáticamente — Separación, su dictamen dice que "lo grande se irá y llegará lo pequeño" ¿De dónde has sacado esa pregunta? —Mei era bastante consciente de dónde, pero le sorprendía que aún lo recordará con exactitud.

Negando con su cabeza restándole importancia y tomando sus cosas le dijo — Lo escuché por ahí y quise saber que era — Levantándose de la silla caminó a la puerta — Y es momento de que me vaya, es bastante tarde.

Parándose con velocidad y siguiéndola Mei Fan le dijo — Voy a ir contigo, trataré de evitar que suceda lo del I Ching — Ante la mirada de la chica frente a ella que denotaba incredulidad añadió — Puede ser que para ti sean supersticiones, pero yo sí creo fervientemente en las fuerzas de la fortuna, así que. Al menos dejame tratar de evitar mis predicciones.

Con un suspiro accedió — Está bien. Pero asegurate de llevar lo necesario, no te dejaré volver a tan altas horas de la noche.

Corriendo dentro del departamento Mei Fan acomodó todo en una pequeña maleta, para emprender viaje con Yachiyo de vuelta al suyo. El camino fue ameno, estaban hablando de cualquier tontería que se le ocurriese a la más alta, ni siquiera eran temas serios, pero, aun así, su acompañante disfrutaba escucharla hablar. Las calles estaban bastante vacías y oscuras, eran alrededor de las once de la noche. Una vez llegaron a su destino Yachiyo le indicó a Mei que dormiría en la habitación contigua y así fue.

A la mañana siguiente en el teatro desde temprano se encontraban un par tomando café mientras esperaban a los actores. Tenían prácticas casi todo el día, la obra estrenaría pronto y necesitaban asegurar todas las escenas.

Masai, he revisado todo el teatro y está en orden — Amemiya había regresado de los camerinos, siempre hacían una inspección matutina para hacerse una idea mental de donde estaba todo, por si en la tarde llegaba a faltar algo consultarlo con el resto del elenco.

—Gracias, Shion. Aprovechando que estás aquí me preguntaba si estarías de acuerdo en hacer algo con el elenco para celebrar el estreno de la obra, sabes que es pronto y me encantaría que ellos se sintieran apreciados — Masai dejó todos sus papeles de lado y concentró su mirada sobre la chica frente a ella.

Amemiya estaba ligeramente sonrojada por la mirada fija que tenía de su acompañante sobre su cuerpo. Casi no había logrado escuchar lo que le dijo —Si ¿Porque no?

— ¿Que propones?

—¿Que tal un brindis? Me refiero a solo comprar un par de cosas para comer, una botella de champagne y a celebrar de esa manera.

—No parece mala idea, hagámoslo de esa forma — Con una pequeña sonrisa la chica más baja le agradeció, estaba por añadir algo hasta que escucho las puertas del teatro abrirse y luego una risa, por lo cual volteo a mirar.

—Así que aquí es donde trabajas, eh.

Con un asentimiento Yachiyo le contestó, antes de dirigirse a Masai al verla y darles una reverencia a ella y a Amemiya — Buen día.

Shion sonrió al ver a la chica de cabello morado y dirigiéndose a su acompañante dijo — Ahh, veo que la has traído. Buen día, Tsuruhime-san, Mei Fan.

La última mencionada solo le sonrió en respuesta antes de hacer una reverencia mientras escuchaba a Yachiyo dirigiéndose a Masai decir — Ella es, Liu Mei Fan, una amiga — Ahora dirigiéndose a su amiga le dijo —Mei Fan, ella es Masai-san, la directora de escenario.

Haciendo otra reverencia rápidamente Mei le rogó a la directora — Necesito que me permita trabajar aquí durante unos días, haré lo que sea necesario, pero mi honor depende de esto.

La aludida la miro intrigada antes de negar con la cabeza — Lo lamento, Liu-san, pero creo que haga falta nadie en el equipo.

Introduciéndose Shion soltó — Creo que a mí me falta una segunda guionista.

— Pero si el guion ya está terminado — rebatió Masai.

— ¿Lo está realmente? Confía en mí, será de mucha ayuda en el equipo.

Yachiyo solo vio como con un suspiro la castaña desistia — Bienvenida al equipo, Liu-san.

El resto de los actores empezaron a llegar, por lo cual Masai dio orden de alistarse para empezar los ensayos en minutos. Mei Fan pasó toda la tarde junto a Amemiya viendo el avance de las prácticas, al principio estaba sorprendida de que el protagónico recayera en Yachiyo, pero una vez la vio en escena cualquier duda del porqué se disipó, tenía muchísimo talento.

Las horas pasaron rápidamente mientras trabajaban, antes de darse cuenta era hora de salida, por lo cual Shion le pidió a Mei que se encargase de revisar el teatro para verificar que nada estuviese fuera de su lugar. Mei revisó cada camerino, escenario y habitación existente en aquel teatro, una vez terminado le informó a la guionista antes de retirarse junto a Yachiyo.

Por seguridad y pensando que Mei era nueva en el teatro la guionista decidió echar un vistazo una segunda vez antes de cerrar, llevándose una gran sorpresa al encontrar en el camerino de Yachiyo cosas que no eran de ella. Por lo cual se acercó a Masai al verla sentada en las butacas del teatro

— Disculpa, Kiriko, pero creo que hay algo importante que debo mencionarte.

Masai se extrañó, Shion no solía llamarla por su nombre a menos que fuese algo verdaderamente importante, por lo cual atendió a sus palabras siguiéndola por el teatro.

La noche transcurrió con tranquilidad para Mei Fan y Yachiyo, una vez salió el sol las dos comenzaron a alistarse para salir.

Mei Fan, vamos, se está haciendo tarde. Y el teatro está algo lejos, no alcanzaremos a llegar a tiempo a los ensayos — Ya eran alrededor de las ocho de la mañana, Yachiyo ya había desayunado, ordenado sus cosas y estaba lista para salir, sin embargo, su acompañante aún ni siquiera despertaba. Por lo que ella estaba justo en ese momento dándole suaves empujones para levantarla — Mei Fan, vamos.

—Hmmm, no, déjame dormir — murmuró dándose vuelta en la cama.

—¡Si eso quieres! — Yachiyo tomó sus cosas, salió de la habitación de huéspedes para luego al acercarse a la salida y avisar — Nos vemos cuando regrese.

Mei escuchó la puerta estrellarse y se levantó de golpe, comenzando a correr por el departamento, en diez minutos estaba prepara, de desayuno tomó unas tostadas que amablemente Yachiyo le había dejado preparadas, comió un par mientras se vestía después de darse la ducha más rápida de su vida. Tomó un paraguas qué encontró en la entrada y salió corriendo, esperando, con suerte, encontrar a Yachiyo aún en la parada de autobuses.

La chica de ojos azules verdaderamente había salido unos minutos antes de su morada porque tenía una rutina en la cual caminaba hasta la cafetería más cercana y compraba el café del día. Pero esa mañana se atrasó, por lo cual al momento de llegar a la estación de autobuses el suyo estaba yéndose. Razón por la cual en el momento en que vio a Mei Fan correr en su dirección decidió ignorarle hasta que la escuchó hablar agitada aún.

—¡Te alcancé! Sabía que no eras tan rápida.

—Por tu culpa, se acaba de ir el autobús — Intentó usar su tono más amargo para dejarle en claro que estaba molesta.

— Sabías que me levantaría, si no, ¿Porque razón harías tostadas para mí? — Mei trataba de sonar convencida de sus palabras, pero ella era consciente de la amabilidad habitual de Yachiyo.

La aludida se sonrojó y en contestación soltó — Porque eres mi huésped. No soy una mal educada como tú.

Mei Fan estaba por rebatir, pero justo en ese momento llegó el autobús, por lo cual decidió guardar silencio y solo seguirla dentro, el camino parecía tranquilo, iban cada una en su teléfono. Ella revisando sus juegos de teléfono que aún acostumbraba a jugar, y Yachiyo revisando las redes sociales. Pero su paz fue interrumpida cuando después de una estación el conductor parecía tener problemas para arrancar. El problema empezó cuando después de unos minutos aún no parecía funcionar, el chófer se levantó de su asiento para dirigirse a ellos.

—Buenos días, debo informarles que el autobús está teniendo fallas técnicas, acabo de hablar a la compañía y han avisado que enviaran otro en minutos, pueden esperarlo, tomará máximo unos 30 minutos.

Yachiyo miró su reloj preocupada y dirigiéndose a su amiga le dijo — Empezamos a las diez los ensayos y ya son las nueve y treinta, no puedo darme el lujo de llegar tarde.

La chica de procedencia China asintió y se levantó comenzando a bajar seguida de su acompañante detrás de el resto de las personas que se encontraban ahí. Una vez fuera del colectivo empezaron a caminar rumbo al teatro.

Yachiyo sintió repentinamente como una pequeña gota de agua caía sobre su cabeza, pensó que solo era una y continuó caminando.

Mei sintió una corriente de aire atravesarle, para ver como los arboles movían sus hojas por el fuerte viento que había comenzado a azotar, mirando al cielo curiosa vio cómo se empezaba a nublar a gran velocidad con nubes realmente oscuras.

Yachiyo al sentir la ausencia del sol miró arriba, justo el momento en que comenzaron a caer gotas de agua del cielo, Mei Fan trató lo más rápido posible de abrir el paraguas que llevaba consigo, pero al hacerlo la sombrilla salió volando dejándola únicamente con la varilla que sostenía esta misma, en manos.

— Es Po... — Solo logró pensar en cómo era imposible escapar de la fortuna.

— Mejor cállate. Es tu culpa, si hubiésemos salido antes ya estaríamos en el teatro — Yachiyo estaba lo suficiente enojada por la lluvia que estaba arruinando su cabello, su ropa, la brisa y el hecho de que no había absolutamente ni un solo taxi en la calle, además de estar llegando tarde. Solo pudo pensar que no era su día.

—¿No te parece muy extraño la forma en que el cielo se ha nublado? Fue extremadamente rápido — La peli-morada seguía tratando de explicarle como se estaba según ella, manifestando el I Ching y comprendiendo porque su acompañante estaba tan molesta, pero Yachiyo parecía preferir no querer oírla.

—Por favor, Mei Fan, no necesito más cosas que arruinen esta mañana. Guarda silencio.

El camino al teatro fue una tortura, el viento, la lluvia y el caminar terminó dejándolas empapadas, cuando llegaron Masai les dio un vistazo algo preocupada, lo cual era un contraste con la mirada de Amemiya, quien no temía en mostrar todo su reproche y desaprobación en la misma.

Yachiyo les saludo con una reverencia —Buenos días, lamentamos la tardanza — tomando de la muñeca a Mei Fan pensando en ir a su camerino se dio la vuelta y empezó a caminar tratando de mantener la calma.

Masai al ver donde se dirigían las detuvo — Tsuruhime-san, hay algo que necesito hablar contigo antes de que hagas cualquier cosa en el teatro.

Soltando a Mei se dio la vuelta lentamente para caminar hacia donde estaba la directora y la guionista, deteniéndose frente a ellas mientras escuchaba los pasos que reconocía de la peli-morada ir en su dirección acercándose a ellas, le dio una suave sonrisa a Masai tratando de no permitir que los sucesos de esa mañana arruinasen su día — Dígame, Masai-san.

Amemiya se adelantó y le preguntó — ¿Has estado tomando cosas que no son tuyas?

Mei saltó rápidamente en su defensa —¿Que estás diciendo, Shion? ¡Yachiyo no es capaz de algo así!

—He encontrado cosas que no le pertenecen en lo absoluto en su camerino, y sus compañeros han sentido la ausencia de sus cosas, por lo cual han venido a hablar con nosotras, necesitamos saber que sucedió antes de darle cualquier versión de los hechos — Masai interrumpió y dirigiéndose ahora a Yachiyo le dijo —¿Tomaste esas cosas, Tsuruhime-san?

Yachiyo se sintió extremadamente mal, estaban sucediendo muchas cosas en una mañana, con un suspiro le contestó —No fui yo, Masai-san. Lo puedo jurar.

Amemiya molesta por lo suave que era la directora y de que Yachiyo estuviste aprovechándose de su amabilidad aun cuando ella misma fue quien encontró las cosas soltó en un tono bastante fuerte — ¡¿Vas a creerle?! ¡Si es capaz de tomar cosas que no son suyas, es capaz de hacer algo que lleva incluso menos esfuerzo como mentir!

—Amemiya... —Masai trato de calmarla.

Yachiyo hizo oídos sordos a sus palabras, prefería mantener la calma porque no pensaba ponerse a discutir cuando sabía que Masai le creía.

Mei Fan estaba lo suficientemente enojada por escuchar a alguien hablar de esa manera sobre Yachiyo, le gritó en contestación —¡Que acabas de decir de Yachiyo pedazo de Id...! —Yachiyo la tomó del brazo tratando de calmarla al verla casi avanzar en dirección a Amemiya y deteniendo sus palabras antes de que pudiese decir alguna cosa de la que pudiese arrepentirse.

—Mei Fan, vamos, tenemos que cambiarnos. Nos resfriaremos si seguimos con la ropa mojada — La aludida se dejó llevar tratando de calmarse, realmente estaba enojada por escuchar a alguien hablar así de Yachiyo, no le importaba si quien lo hizo era su amiga o no, sintió que la estaba ofendiendo a ella también.

Yachiyo en cambio estaba agradecida y sorprendida por el comportamiento de Mei, parecía que realmente era capaz de golpear a Amemiya solo por decir algo como eso, lo cual no habría aceptado, pero solo le dejaba en claro que sabía el tipo de persona que era ella, con una sonrisa le susurró — Gracias por tratar de defenderme, no era necesario, pero debo agradecerte, aun así, porque además significa que estas creyendo en mí.

Mei entró al camerino con ella y le dijo tomándole las manos ahora que estaban solas y a puerta cerrada, sonrojándose literalmente —No te preocupes, te conozco, Yachiyo, se lo buena que eres y de lo que eres capaz y lo que no. No agradezcas. Aunque yo debería disculparme por atrasarte esta mañana y por todo lo sucedido después — En el rostro de Yachiyo apreció un suave rubor, por lo cual Mei soltó su mano, ocasionando en ella un sentimiento familiar que no deseaba experimentar más.

Yachiyo camino a sus cosas y le dio un suéter y pantalón con el logo de staff escrito detrás a Mei para que se cambiara mientras le decía —No es tu culpa nada de lo que sucedió después, no podemos manejar el clima ni lo del accidente. Pero tienes que cambiar esos hábitos a la hora despertar.

—¡Lo haré, lo prometo! — Tomando la ropa le sonrió, Yachiyo salió del camerino llevándose su uniforme de los ensayos, planeando cambiarse en el baño. Mei Fan soltó un suspiro, primera vez que extrañamente despertaba tan perezosa, solía levantarse enérgica, no comprendía que había pasado esa mañana, su rutina no incluía dormir tanto, solo pudo pensar en el I Ching detrás de todo ello.

Unos minutos después se unieron a sus compañeros en los entrenamientos, Amemiya estaba sentada una vez más junto a Masai y Mei, mientras Yachiyo practicaba con el resto de actores. La tarde volvió a pasar rápidamente, sin nada fuera de su rutina, pero una vez empezó a atardecer Masai interrumpió el ensayo para dirigiéndose a todos informarles.

— Quería decirles que Amemiya-san y yo hemos pensado en hacer un brindis el día de la primera puesta en escena, el dueño del teatro hará algo para el público, pero nosotras algo para ustedes por todo su trabajo, ya casi es la fecha, así que por favor den siempre lo mejor de ustedes. Solo me queda decir muchísimas gracias por todo su esfuerzo. Pueden retirarse, hemos terminado por hoy.

Los presentes aplaudieron en aprobación antes de caminar a sus camerinos a tomar sus cosas, Mei siguió a Yachiyo después de que Amemiya le hiciera señas de que podía irse, habían tenido una tensión entre ambas toda la tarde, lo cual era bastante comprensible por lo que se habían dicho en la mañana. Yachiyo tomó sus cosas y salió del teatro con Mei rumbo a su departamento, la más alta llamó un taxi para evitar cualquier otro contratiempo que pudiese haber, en realidad había sido un día bastante pesado especialmente para Yachiyo.

Al llegar al departamento ya era algo tarde y ellas estaban tan cansadas que solo decidieron comer, ducharse y acostarse a dormir, justo por eso, el resto de la noche se fue exageradamente rápido.

Y los días continuaron pasando, dos días bastante comunes para esa dupleta, entonces la mañana del tercero llegó con suavidad, el sol comenzó a salir anunciando el inicio del día, Yachiyo continuaba durmiendo hasta que escuchó algo caer fuera de su habitación, parecía el sonido de un plato, lo cual le asustó, al llegar a la sala logró oír una voz proveniente de la cocina, en silencio caminó hasta la misma, aunque ya tenía una idea de quién estaría detrás de ese alboroto matutino, y justo se topó con una escena que no esperaba ver.

Mei estaba discutiendo con un plato, lo cual la llevó a preguntarse por la estabilidad mental de esa chica — ¡No puedes caerte a esta hora!

Yachiyo la miró extrañada y le soltó, — Ignorando lo que acabo de ver, ¿Cómo lograste levantarte tan temprano? pensaba despertarte hoy con algo de agua.

— Solo tuve que mentalizarme antes de dormirme, con la disciplina que poseo no fue tan complicado — Mei estaba tratando lo máximo posible de sonar convincente, incluso había añadido toques de auto suficiencia en su voz.

—¿Ah sí? — Yachiyo la escuchó tan convencida que aprovechó el momento para preguntarle discretamente como era su vida diaria antes de que empezarán toda esa locura de la fortuna.

— Práctico Kung Fu, no sé si lo recuerdes. Pero bueno, mi rutina y mis pequeñas vacaciones se han visto interrumpidas por la fortuna de alguien— La mirada que tenía su acompañante casi rogándole que continuará le hizo añadir — Trabajé en un par de películas como doble de acción y en algunas obras de teatro como actriz, estuve cinco meses en una, por lo cual me dieron unas vacaciones, las cuales empezaron dos días antes de que cruzaras mi puerta esa noche.

Algo apenada Yachiyo trató de disculparse — Lamento eso, solo he causado problemas — Los recuerdos de esa mañana invadieron su memoria.

— No te preocupes, habría sido aburrido estar en mi departamento sin hacer nada que me sacara de mi confort si no fuera por ti, además, hacia muchísimo no me humillaba un paraguas ni disfrutaba la lluvia o una caminata con una amiga — trato de bromear para evitar cualquier remordimiento en la peli-rosa, ella no se arrepentía de nada.

Soltando una pequeña risa se acercó a ella, para pasar junto a la misma y tomar un poco de lo que había preparado — Y vaya que te humilló, sin dudas una experiencia única — la chica de ojos azules se extrañó cuando vio en el rostro de la peli-morada un rubor tenue — ¿Qué pasa?

Negando con su cabeza Mei le dijo — No es nada... Solo, ese pijama te queda bastante bien — Yachiyo traía una bata blanca algo transparente que dejaba ver su ropa interior levemente, esa era la razón del rubor de Mei Fan y por qué evitaba mirarla.

Con una sonrisa ladeada llena de egocentrismo Yachiyo la miró de arriba a abajo cosa que logró hacer temblar a Mei, para luego decirle a la vez que le daba un suave toque en el pecho con un dedo índice jugando con ella — Tu tampoco estas mal.

Mei Fan había pensado en contestar, pero fue imposible lograr encontrar su voz, su rostro estaba tan rojo que sentía que se estaba quemando, le habría gustado reaccionar de otra manera, pero sabía que Yachiyo solo estaba tratando de molestarla, y justo lo había logrado, solo logró relajarse un poco al verla salir por la puerta de la cocina, posiblemente pensando en comenzar a prepararse para ese día.

El resto de la mañana transcurrió con normalidad, esta vez no hubo lluvia, no hubo contratiempos, cuando la tarde llegó, solo entonces las cosas cambiaron.

Masai se acercó a Mei Fan y Yachiyo antes de retirarse, Amemiya estaba junto a ella con una pequeña sonrisa.

—Tsuruhime-san, Liu-san, nos gustaría hablar unos minutos con ustedes.

Mei Fan miró inquieta a Yachiyo, era la primera vez que querían hablar con ella también, y el que Shion estuviese ahí solo le añadía una poca de preocupación — ¿Que sucede, Masai-san?

—Adelante, tenemos tiempo —Yachiyo ya se esperaba cualquier cosa, ella sentía que la situación con Masai y Amemiya había quedado llena de una tensión extraña desde la última vez que les hablaron.

Shion camino hasta quedar junto a Kiriko y le dijo — Hemos estado pensando un poco sobre tu avance con el personaje...

Masai interrumpió — Lo que sucede es que, nos parece que tal vez Liu-san está distrayéndote un poco, por lo cual, nos gustaría pedirles un favor, que dejen de hablar en el horario de ensayos, me refiero, desde que cruzan esa puerta hasta que se hayan terminado los ensayos en la tarde.

La peli-morada podía sentir la mirada de Shion sobre ella quien le soltó — No nos pareciste de mucha ayuda con eso de la fortuna — Mei volvía a sentir la ira crecer dentro de sí, no le importaba en lo absoluto no poder hablar con Yachiyo en el teatro, pero lo que le molestaba era que sentía que era una especie de castigo por lo que supuestamente la peli-rosa había robado.

—No pueden culpar a Mei Fan de mi ineptitud, no pienso objetar. Tranquilas, si es por el bien de la obra, acataremos esta orden — Yachiyo estaba lo suficientemente agotada como para discutirlo, les hizo una reverencia y tomándola del brazo jalo consigo a Mei Fan — Buenas tardes, Masai-san, Amemiya-san.

Otra vez caminaron en silencio, Mei trataba de calmarse antes de decir nada, y Yachiyo estaba tratando de asimilar porque estaba sufriendo una racha de mala suerte esas últimas semanas, quería pensar en cualquier cosa antes de caer en la idea descabellada de la fortuna de Mei Fan.

La peli-morada aún molesta sacó de entre sus bolsillos su teléfono y le escribió a cierta guionista.

En mensajería

Mei Fan: Amemiya, me importa poco o nada si le crees o no a Yachiyo. Pero no creas que no sé lo que estás haciendo.

Amemiya: ¿De qué hablas, Mei Fan?

Mei Fan: Sé que estás molesta porque crees que Yachiyo está aprovechándose de la amabilidad de Masai-san. Y la verdad es que ella no miente, en realidad fui yo quien movió esas cosas.

Mei estaba caminando junto a Yachiyo mirándola muy pensativa, entre pequeños lapsos de tiempo encendía la pantalla de su teléfono para contestarle a Amemiya.

Amemiya: ¿Y porque no dijiste eso en su momento?

Mei Fan: ¡Masai-san me despediría!, encontré esas cosas en la sala de ensayos, no sé qué clase de desordenado dejaría sus cosas así de tiradas, las tome y las puse en el camerino de Yachiyo porque pensé que mi intuición sobre esas joyas no se equivocaba.

Amemiya: Al menos pudiste decírmelo a mí, sabes que si le cuento esto a Masai igual te despedirá, ¿No?

Mei Fan: Lo sé, y por eso tienes que hacer lo posible para que Masai-san no sepa esto, y también para que no suceda nada más grave. Con que crea que fue Yachiyo es suficiente, no despediría a la actriz principal.

Amemiya: No sabes de lo que es capaz, Masai... ¿Y porque crees que lo haré? No soy buena para ocultarle cosas a Kiriko.

Yachiyo se detuvo en una cafetería a comprar un café, Mei aprovechó ese momento para escribirle rápidamente a Amemiya y acabar esa conversación.

Mei Fan: Tienes dos opciones, Masai se da cuenta de lo que sientes por ella gracias a mí, o me ayudas y yo te ayudo a conquistarla. Es tu decisión.

Amemiya: No voy a interceder en las decisiones de Masai-san, pero estaré de tu lado.

Mei se ofreció a pagar los cafés una vez guardó su teléfono, y caminó junto a Yachiyo un poco más calmada, cosa que la chica de ojos azules agradeció mentalmente, Mei empezó a hablar sobre cualquier cosa distrayendo a la peli-rosa de todo lo que sucedía en su vida.

Cuando llegaron al departamento en la puerta del mismo había un sobre que Yachiyo recogió y guardo en su abrigo, ella ya presentía de que se trataba. Mei Fan fue directo a ducharse con una sonrisa tan grande que parecía que había logrado algo inmenso. Yachiyo esperó desaparecer de su punto de visión para sentarse en el sofá a leer la información escrita en esa página.

Martes 10 de marzo.

Tokio, Japón.

Estimada Tsuruhime-san,

Le escribimos para recordarle realizar su transferencia y evitar la desconexión de los servicios como lo son la electricidad, el suministro potable y el resto de servicios.

Muchísimas gracias, la gerencia.

Colocando su rostro entre sus manos soltó un suspiro. Era la segunda en esa misma semana, y sabía que el plazo para la desconexión era de tres o cuatro días, eran algo estrictos con ello. El problema era que ella había hecho un mal balance de cuentas y ahora no contaba con el dinero para hacer ese pago. En tres años de vivir sola, era la primera vez que le sucedía eso. No sabía qué hacer.

Mei regresó a la sala hablándole, cosa que logró sacarla de su ensimismamiento y la hizo guardar la carta junto con el sobre.

—¿Yachiyo, que cenaremos hoy? ¿Quieres que pida algo? — Mei llegó a la sala secándose el cabello con una toalla mientas pensaba en la cantidad de días que tenía conviviendo con Yachiyo, años atrás eso habría sido un sueño. Aquel pensamiento encendió en ella un sentimiento extraño que la hizo erizar.

—No, no, no te preocupes, yo haré la cena — Estaba haciendo su mejor esfuerzo porque no se diese cuenta de que algo no andaba bien.

Asintiendo aún llena de ese extraño sentimiento Mei fue hasta la cocina en silencio, lo que habría inquietado a Yachiyo de no ser porque tenía la mente en aquella carta.

Comieron y fueron a dormir, cada una con la cabeza rodeada de pensamientos, pensamientos que hicieron la noche más larga, y el amanecer más tortuoso.

Y así sucedieron dos días, Yachiyo sintiéndose cada vez más presionada por cuándo podría suceder el nuevo punto de quiebre, estando totalmente estresada y Mei Fan tratando se deshacerse de ideas y sentires que aseguraba solo la llevarían a otra decepción.

Aquel tercer día Mei Fan se encontraba en el teatro conversando con Amemiya sobre su plan para conquistar a Masai.

— Mira, lo único que tienes que hacer es invitarla a un helado — Mei sonaba realmente convencida de sus palabras.

— ¿Que tan desesperada debo estar para hacerte caso? — Amemiya estaba lo suficientemente avergonzada de haber aceptado la propuesta de Mei, pero ya era bastante tarde para arrepentirse.

— Pon atención o no lograrás nada, no puedes sonar nerviosa, eso no es atractivo en lo absoluto.

— ¿Porque siento que todo lo has aprendido en películas o videojuegos?

— Porque ha sido así. Ahora, trata de preguntárselo con naturalidad.

— ¿Cómo que, con naturalidad, pero sin nerviosismo? — Era ridículo, pero si no hacia eso, Mei le contaría de la peor forma a Masai.

La peli-morada vio a la castaña caminar en su dirección y dándole un suave empujón a la pelinegra le dijo — Es tu momento.

Mirando directamente a la castaña Amemiya intento decirle — Masai, quisiera hablar contigo.

La más bajita le sonrió a ella y a Mei Fan y le respondió — Si, justo venía a hablar con ustedes, es sobre el guion.

—Lo que Shion quiere decir es que necesita decirte algo importante — Mei fan trató de abogar por ella, la pobre estaba muriendo. Internamente estaba riendo por el rubor que cubría el rostro de su amiga.

Shion asintió armándose de valor, y con una sonrisa, la cual estaba siendo opacada por su sonrojo, le dijo a Masai casi en un susurro — Quería preguntarte si tenías algo que hacer este fin de semana, porque me gustaría invitarte a salir.

La aludida sintió su rostro arder suavemente sabiendo que tenía las mejillas de un color carmín y asintiendo le contestó — Sí, claro... Me encantaría.

Salieron de su burbuja cuando alguien llamó a Masai desde detrás y ella con una sonrisa torpe se dio la vuelta para ir en su dirección dejando solas nuevamente a Mei y a Shion.

Dando un par de pasos hasta quedar junto a ella Mei Fan colocó una mano en su hombro y le dijo — Lo hiciste. Y tal fue el impacto en ella que se le olvidó que hablaría contigo sobre el guion.

Riéndose Amemiya le respondió — Tenía dos años esperando este momento, y nunca creí obtener esa respuesta.

Con un tono burlón Mei Fan soltó — Y eres hasta atrevida, solo te dije que le invitaras a comer un helado, tu directamente le dejaste claras tus intenciones. Eres buena estudiante, tienes hasta iniciativa.

Con una sonrisa más grande y ligeramente sonrojada Shion le susurró — Y se veía tan tierna sonrojada... Es tan linda.

Soltando una pequeña carcajada Mei Fan asintió antes de caminar a la sala de ensayos y decirle — He de admitir que si fue bastante tierna cuando se veía tan roja y torpe. Vamos, tenemos que ir volver al trabajo.

La tarde llegó con calma, Masai se acercó en el receso de los ensayos y le avisó a Yachiyo que se quedara un rato después de acabar las prácticas. Cosa que hizo y en lo que Mei Fan se sumó.

Justo en ese momento Amemiya se encontraba tocando el piano, con Masai sentada en las butacas frente al escenario, Yachiyo en silencio de pie delante de la directora y Mei Fan junto al piano hablando con Shion, la castaña se aclaró la garganta antes de hablar, lo cual asustó un poco a Mei.

— Tsuruhime-san. Me gustaría hacerte una pregunta un tanto ruda, y no quisiera que lo tomaras a mal — Aun en su voz dulce se podía notar la seriedad, lo cual preocupaba a Yachiyo.

— Adelante, no se preocupe por eso, Masai-san — Yachiyo estaba algo asustada, pero convenciéndose a si misma de mantener la calma.

En paralelo se encontraba Shion tratando de distraer a Mei, no quería que intentará interceder en lo que pasaba aledaño a ellas — ¿Entonces, tienes algo con Tsuruhime-san?

Sonrojada y fruncido el ceño Mei Fan colocó su atención en Shion — Claro que no, somos amigas, estuvimos en la misma academia.

— Entonces es una historia parecida a la mía con Kiriko, y por lo que he visto, llegan juntas así que vienes con ella, la esperas antes de irte, así que te vas con ella, diría que hasta viven juntas porque o pasas por ella muy temprano o duermes con ella.

La chica en la butaca miró fijamente a la peli-rosa antes de soltar tratando de sonar amable —¿No te sientes preparada para ese papel? — Yachiyo pudo saborear ese intento por no sonar tan cruel, aunque le pidió que no se preocupara, Masai siempre era tan amable.

— Lo hago, y lo sabe, Masai-san, de lo contrario no me hubiese elegido para este papel en un principio — Trató de defenderse, pero algo en ella sabía que era en vano, sentía que esa convocatoria había sido más para darle una noticia que para hacerle una pregunta.

— Hemos tenido el mismo problema con ese personaje desde el inicio, Tsuruhime-san, y estamos a menos de una semana de la primera puesta en escena y no he visto cambios, sabes que todos los actores se aprenden todo el guion, si no estás preparada podemos cambiar tu papel con el de alguna otra actriz — Estaba tratando de no sonar cruel, pero en sí, la decisión ya estaba tomada.

En simultáneo Mei sintió su rostro sonrojar y le contestó nerviosa — Estoy durmiendo en su departamento, pero no somos pareja ni nada.

Riéndose en burla y en venganza por lo de esa mañana Shion le dijo — Y como me explicas lo que te cuida, recuerdo haber escuchado “Vamos, Mei Fan, tenemos que secarte antes de que te resfríes”, o como te mira, como la proteges, estuviste a punto de arrancarme la garganta por ella y hasta me chantajeaste, ah y ni hablar de cómo le miras — Amemiya podía oír las palabras de Masai, por lo cual empezó a tocar el piano con más ímpetu, lo suficiente para bloquear la audición de Mei Fan pero no tan alto como para volverse sospechoso o molesto, aunque falló en no darse cuenta que estaba sonando una melodía lo bastante trágica como hacer recordar un gran drama.

El rubor en su rostro era tan grande que estaba segura de que incluso tenía el cuello rojo —Estas confundiendo las cosas, somos amigas cercanas.

Justo al lado, se encontraba una Yachiyo con la cabeza erguida mirando seriamente a Masai, aunque en su interior estaba algo pensativa — ¿Y cuál cree usted que es la solución? — Sabía que sería en vano seguir insistiendo, nunca había visto a la directora tan seria, por lo cual se dio por vencida.

— Puedo cambiarte el papel, darte un secundario, no tendría el mismo protagonismo, pero sería el tercero más importante, no te doy algún otro más bajo, porque creo que tienes el talento que se necesita en esta obra y quisiera que todos pudieran disfrutarlo como el resto del elenco y yo lo hemos hecho.

Ahí estaba otra vez, tratando de ser demasiado amable, Masai era el tipo de persona a la cual no le podría jamás guardar ningún tipo de remordimiento o algún mal sentimiento, con un asentimiento le respondió — Confío en sus decisiones para con este elenco y obra, Masai-san, muchísimas gracias por su consideración — ella odiaba los cambios repentinos y eso sería uno, si no fuera porque sentía con anticipación que en algún momento pasaría exactamente eso.

—Mañana en la mañana le explicaré como serán las cosas ahora. Gracias por su tiempo, Tsuruhime-san — Con una pequeña sonrisa Masai se levantó para darle una suave reverencia, la cual Yachiyo devolvió inmediatamente.

En el mismo tiempo Shion le preguntó a Mei — ¿Qué tipo de cercanas? Me empiezas a convencer aún más de que están juntas.

Cambiando de tema y por la melodía Mei le señaló — ¿Estas tocando el fantasma de la opera oveture? Esa pieza es bastante trágica.

— No sabía que estaba tocando esa.

Mei vio de reojo a Yachiyo caminar a la salida, por lo cual les dio una reverencia rápida a Masai y Amemiya antes de saltar del escenario corriendo hasta la salida, porque Yachiyo ya había cruzado la puerta e iba camino a su departamento bajo la oscuridad de la noche.

Cuando la alcanzó pudo leer el ambiente que le gritaba "guarda silencio", y fue justo lo que hizo, no le dijo nada, no preguntó nada, incluso se quedó unos pasos atrás dejándola ir un poco adelante para no interrumpir sus pensamientos, no quería romper ese momento porque, aunque Yachiyo no lo aparentaba, ella la sentía bastante frágil, principalmente por lo que la conocía. Por estas razones el camino fue silencioso, una vez estuvieron en la puerta del apartamento Yachiyo la miró con un asentimiento y un suspiro, lo que Mei Fan entendió como un agradecimiento.

Al abrir la puerta y cruzar el umbral Mei Fan trató de encender la luz, pero por alguna razón no funcionaba, Yachiyo se sentó en el sofá y sin poder soportarlo comenzó a sollozar, cosa que alertó a Mei Fan, quien corrió a sentarse junto a ella y abrazarla, preguntándole —¿Qué pasa?

—Todo, Mei Fan, todo pasa justo ahora — Se abrazó a su ropa llorando contra su pecho, sin poder aguantar más.

— ¿Quieres contarme? — Comenzó a acariciar su cabello con dulzura, recordaba haberla visto hacer eso con Shiori alguna vez que estuvo triste, por lo que lo intentó con ella. Era cierto que estuvo con ella en algunas de las cosas que la arrastraron al límite, pero presentía que esa conversación con Masai tenía mucho que ver.

— Hice mal las cuentas y no tengo el dinero para pagar la renta— Su llanto se hizo aún más fuerte y casi en un susurro soltó — Y... Hoy me quitaron el protagonista... — Ahora estaba hipando contra su pecho, sus lágrimas salían y continuaban saliendo, estaba desesperada, dolida, enojada, triste, era un cúmulo de sentimientos, aún no creía que su vida había cambiado de esa manera en menos de un mes —No sé qué hacer, no quiero que sigan pasando cosas así.

Acariciando también su espalda le susurró al oído tratando de calmarla, estaba avergonzada de estar atreviéndose a tanto, pero realmente odiaba verla llorar — Todo va a mejorar, tranquila, no ha sido nada tu culpa y, además, has estado siendo muy fuerte, es válido llorar. No debe ser fácil para ti ser tan linda, amable, paciente, bondadosa, divertida y fuerte todo el tiempo.

Sonrojándose entre llanto y abrazándose más a ella, como si tratara de resguardarse del mundo en su pecho le dijo — No lo soy. No soy nada de esas cosas.

—Si lo eres, y sabes que estoy contigo para lo que sea, es más, nos iremos a mi departamento, olvídate de este lugar, puedes quedarte conmigo y compartir la mensualidad, o dejarme ayudarte a pagar este por ahora, me lo podrías devolver después, pero no dejaré que te quedes aquí de esta manera... — Mei Fan enrojeció por lo dicho, realmente quería ayudarla, así que era capaz de arriesgar un poco de vergüenza por ello.

Ruborizada Yachiyo negó suavemente con la cabeza entre su llanto — No dejaré que pagues por mí — De alguna forma le creó una sensación extraña el que le pidiera mudarse con ella de esa manera. Capaz estaba haciéndose ideas falsas.

—¡Entonces nos iremos ahora al mío! Se ha dicho — Hizo el ademán de levantarse del sofá, pero algo o más bien alguien, la detuvo apretando su agarre en su camisa.

Aunque ya no estaba llorando tanto, Yachiyo aún soltaba algunas lágrimas y sollozos, haciendo un esfuerzo entre estos le dijo en un susurro — Quédate conmigo...

Asintiendo con una gran sonrisa y sintiendo su rostro arder como si estuviera en llamas a causa de su sonrojo, Mei Fan le contestó — No te preocupes, no iré a ninguna parte — Volviendo a mover sus dedos sobre su cabeza acariciando su cabello, y usando su otra mano para hacerle círculos en la espalda con dulzura. Sonrió al sentirla calmarse lentamente, pero ni siquiera así parecía querer soltarse de su agarre.

Dos días más que pasaron siendo en realidad difíciles para Yachiyo y Mei Fan, la razón de lo mismo era porque Mei Fan se encargó de mudar las cosas de Yachiyo a su departamento y porque esta última había tenido que adaptarse a su nuevo papel, lo cual había sido demasiado complicado. Ahora estaban sentadas un día antes de la primera puesta en escena en el sofá de Mei Fan mientras veían T.V. Masai les mando indicaciones esa mañana de que reposaran y que se prepararán mentalmente para lo que sucedería al día siguiente, que con la calidad de actores que poseían confiaban en que todo sería un éxito, pero los necesitaba en su máximo rendimiento.

Para Mei Fan, reposar era ver T.V mientras estaba con aquella chica que se encontraba acostada a lo largo del sofá con las piernas pasando sobre las suyas, ya que ella si estaba sentada en el otro extremo de donde se recostaba Yachiyo.

— ¿Puedo hacerte una pregunta? — Tenía esa duda, sabía algunas cosas porque Shiori le había contado, ya que era la que más tenía contacto con Yachiyo, pero sería más seguro saberlo de ella misma.

— Puedes preguntar lo que sea— Yachiyo la miró con una pequeña sonrisa, estaba contenta de poder estar tranquila una vez más en su vida, ni si quiera en un año había sentido que su vida se demoraba tanto como en ese mes, no creía haberlo logrado superar sin la chica que tenía junto a ella. Eso le hacía sentir una confianza inigualable hacia Mei Fan. Pensar en ello le creo una sensación extraña en el estómago que le hizo preguntarse si estaría sintiéndose enferma.

La aludida se río con suavidad en contestación además de añadir— ¿Te he dicho alguna vez que me recuerdas a un gato? — Mei Fan cedió ante sus sentimientos después de verla desmoronarse esa noche, sabía que había caído nuevamente por esa chica, pero también era consciente de que no funcionaría de nada declarar sus sentimientos una segunda vez, Yachiyo le había dejado en claro la noche que le leyó la fortuna que no estaba interesa en nada relacionado con el amor.

— Miau ¿Esa era tu pregunta? — Le preguntó Yachiyo en broma antes de estirarse en el sofá y darse vuelta sobre su posición quedando acostada de lado enrollando sus piernas.

Un rubor enorme cubrió todo el rostro de Mei Fan mientras se convencía a sí misma en mirar la pantalla y concentrarse solo en eso para no perder el hilo de sus pensamientos — ¿Porque te alejaste esos dos años?

Yachiyo de reojo pudo ver el rubor en su rostro, lo que la hizo reír, Mei Fan le parecía muy fácil de leer, un tanto sería le soltó — Es bastante obvio, Mei Fan, no creo que se necesite analizar tanto.

Mei al escuchar eso mezclado con las risas sintió su rostro arder aún más, sabía que Yachiyo había estado jugando con ella, entonces trató de rescatar lo poco que quedaba de sí misma — Lo sé. Solo preguntaba para asegurar mis teorías.

En un susurro Yachiyo soltó más para sí misma que para ella, un sonrojo creciente en sus mejillas acompañando sus palabras —Yo también te extrañé...

Mei Fan sonrió para sí misma al lograr captar sus palabras y en silencio se regocijó internamente, no creía tener el valor para devolverle las palabras, sus mejillas seguían un tanto rojas por las bromas recientes de su acompañante.

A Yachiyo por alguna razón no le extrañaba hacer ese tipo de cosas con Mei Fan, le parecía demasiado natural con ella, lo cual era extraño que sucediese, no tenía recuerdos de que alguna de sus antiguas relaciones, que se suponía habían sido las personas más cercanas con las cuales había estado, la hiciera sentir tan en calma y cómoda, había extrañado esa sensación, a esa chica

El resto de ese día fue tan calmado y relajado como pudo ser, entonces llegó la noche tranquila y serena para darle paso al amanecer, moviéndose el astro rey en el cielo viajó livianamente hasta el atardecer en el cual Yachiyo y Mei Fan arribaron al teatro donde se llevaría a cabo la obra.

Se encontraba Masai junto con Amemiya y el equipo de vestuarios ayudando a los actores a prepararse, el equipo técnico estaba listo, Mei Fan entre ellos, Amemiya le pidió ir en ropa formal. Por lo cual Mei fue en un vestido negro.

Yachiyo pasó directamente al camerino, donde se sentó a repasar el guion, mirando triste las líneas del protagonista que en algún momento le pertenecieron, su compañera parecía haber logrado manejar bien el papel aun cuando había tenido tan poco tiempo para preparase, estaba contenta de que el esfuerzo de todos ellos daría frutos de la forma correcta esa noche, pero no podía evitar entristecer al pensar que ella pudo haber sido el papel principal.

Sin darse cuenta algunas lágrimas empezaron a caer sobre el libreto, trató de limpiarlas, pero seguían apareciendo más, se sentía decepcionada de sí misma por no haber logrado superar ese único problema que había tenido con el que habría sido su personaje. Repentinamente escuchó la puerta ser tocada un par de veces, por lo que intentó limpiar sus lágrimas. La persona del otro lado al no oír contestación decidió entrar, una vez Yachiyo vio a Mei Fan, bajó su mirada otra vez a las letras del guion.

— Yachiyo... — Mei Fan camino hasta detenerse frente a ella y le susurró — ¿Pasa algo?

La aludida alzó la mirada antes de negar con la cabeza dándole una ligera sonrisa — No pasa nada, estaba repasando el guion, eso es todo.

Mei Fan le sonrió colocando una mano en su mejilla limpiando una lágrima traicionera qué corrió por el rostro de la oji-zul y le dijo — Tranquila. No necesitas ser la protagonista para deslumbrar— A Mei Fan le parecía que esa era la razón de sus lágrimas, sabía que Yachiyo no había podido tomar bien esa noticia o superarlo y adaptarse tan fácilmente como quería hacer creer — No tienes culpa de todo lo que pasó, no tienes culpa tampoco de las decisiones de Masai-san y en realidad no se puede hacer nada para repararlo — al ver como Yachiyo soltaba otra lágrima decidió añadir — pero tu brillantez es tan grande, eres tan talentosa. Eres Yachiyo Tsuruhime, no cualquier actriz, y vas a ir allá afuera en minutos a demostrarle al mundo como se hace, como se actúa, vas a demostrar como lo hace una Edel, como brilla la "Frau Perle".

Con un suspiro sintió sus lágrimas dejar de caer y le sonrió con dulzura apoyándose unos segundos con los ojos cerrados contra su mano. Al abrirlos otra vez le hizo señas para que se acercara, cosa que su acompañante hizo aún sin soltar su mejilla, entonces aprovechó para darle palmaditas en la cabeza —No sabía que tenías también esa empatía, Mei Fan.

Sonrojada y avergonzada además de sorprendida quitó con suavidad su mano de su mejilla y la mirada apartándose cuando Yachiyo abandonó su cabeza, la había tomado por sorpresa, hacía años no le daban palmaditas como si fuera un perrito recibiendo aprobación, trato de cambiar de tema para que no se diese cuenta el caos que había despertado en su interior — Voy a ayudarte a reparar ese maquillaje.

La presentación se dio pronto, la obra fue un éxito, Mei Fan se sentó en la primera fila a ver las actuaciones de Yachiyo y realmente no pudo despegar sus ojos de ella en ningún momento. No sabía qué tipo de poder tenía, pero siempre se enamoraba de ella, aunque viéndola brillar tanto entendió porque le fascinaba de esa forma una y otra vez, era como un ángel o un demonio a sus ojos, pero parecía perfecta.

Una vez terminada la obra los actores fueron a la sala de ensayos, Masai y Shion escaparon unos minutos de entre las personas de clase alta que querían felicitarlas por ese trabajo, y se unieron junto al resto del elenco en la sala de prácticas a celebrar, Mei Fan y Yachiyo estaban entre el resto de los actores, y el equipo de producción, abrieron una botella de champagne y brindaron en nombre del resto de presentaciones que tendrían que continuar haciendo.

Yachiyo tomó a Mei Fan y la llevó consigo a su camerino sin decirle nada, lo cual tomó por sorpresa a la chica de cabello morado. Una vez en el espacio cerrado, llena de valor por el licor consumido en el vaso de champagne enrollo sus brazos alrededor de su cuello y la besó. Inmediatamente sintió como era correspondida.

Riéndose contenta Mei Fan tomó sus manos una vez Yachiyo la soltó y le dijo como si fuera un descubrimiento — ¡Hsien! (Atracción mutua).

Yachiyo asintió antes de tirar de ella de regreso a la sala de ensayos — No sé porque me esperaba que dijeras eso.

Mei Fan estaba lista para contestar sonando completamente triunfante—Porque...

Yachiyo la interrumpió con un suspiro que fue seguido de una sonrisa — La fortuna no se equivoca.

 

¡Hola! He regresado después de meses sin subir nada. Estaba "de vacaciones" xD.

Les agradezco por leerme nuevamente, además de a Okami, y Mario-sama por ser mis betas esta vez.


Este es el primer fic del 2020 y esperemos no sea el último hahaha. Cuídense eh. -_-

Esta vez me atreví a hacer algo sobre las chicas del Re: Live, tal vez en un futuro haga sobre algún otro shipp del juego. Sinceramente esta historia estaba destinada a salir el 14 de febrero, pero me atrasé un poquito...


Si les gustó. Denle gracias a Chocobo por sugerirme el shipp. Si hay algo que mejorar, acepto críticas constructivas.


Bueno, nos leemos pronto.

 

5 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Kommentare


bottom of page