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  • Foto del escritorEri1305

24th

Claudine estaba en un centro comercial viendo todas las tiendas. No tenía idea qué comprarle, conocía muy bien a Maya, pero siempre era complicado conseguirle algo que le dejara satisfecha, solo su bendito Baumkuchen la dejaba feliz. Quería comprarle uno, como la salida más rápida, pero sabía que Nana haría alguno como regalo para la castaña y no podía competir contra esa rubia, era imposible. Entonces tendría que pensar muy bien qué comprarle.

Maya, en cambio, estaba caminando por las habitaciones. Realmente buscaba a alguien, porque cierta rubia francesa no amaneció en su cama como de costumbre. No era raro que madrugara, pero era extraño que se levantará sin decirle nada y aún más raro, que saliera sin comentarle nada, ni siquiera sabía qué hora era. Tal vez había ido a practicar con Futaba nuevamente, era muy extraño.

Iría a la sala, tal vez ahí encontraría a Nana y Junna, como eran las primeras en despertar, posiblemente supieran dónde estaba su Claudine, con ese pensamiento en mente emprendió marcha rumbo a la misma.

Nana acababa de terminar los panqueques especiales que había preparado para Maya ese día. Al despertar repasaron como siempre el calendario y Junna entonces le recordó la fecha, era 24 de julio, cumpleaños de su compañera más orgullosa y casi la más introvertida de todas, Tendo Maya. El día no podía pasar desapercibido y justo por eso no les pareció raro ver a la francesa salir de los dormitorios temprano, ellas tenían clases, pero parecía que la rubia había pedido permiso aquel día para faltar y salir, explicando la situación. A su profesora no le pareció mala idea, por lo cual la dejó ir. Nana conocía el plan desde hacía ya una semana. Pensaban hacerle una pequeña celebración esa misma noche después de volver de clases. Aún estaba iniciando el día, tenían todas que irse a Seisho en una hora.

La castaña que había emprendido su marcha, entró en la sala y caminó directamente hacia ellas.

—Buenos días, Hoshimi-san, buen día Daiba-san―Nana le regaló una sonrisa.

—Buenos días, Tendo-san. He preparado el desayuno. Dame unos segundos, ya lo traigo― Junna le dio un asentimiento y le dijo: — ¿Qué se siente?

Maya la miró dubitativa y tenía intenciones de preguntar sobre ello hasta que la rubia volvió con el plato lleno de panqueques, que realmente lucían deliciosos a los ojos de Maya. Entonces Nana sacó un tomate de la mano que traía tras su espalda y un cuchillo, dándoselo a la castaña.

—Alguien me dijo que te gustaba él tómate crudo, como es un día especial, puedes desayunar uno.

Junna tomó el plato de panqueques y comenzó a comerlo. El rostro de Maya lucía incrédulo por lo que acaba de suceder, hasta que Nana y Junna comenzaron a reír a carcajadas y la castaña, sin entender, miraba de una a otra. Entonces dijo: — ¿Qué está pasando?

Una Nana risueña fue rápidamente a la cocina y trajo dos platos, uno para ella y otro para la castaña. Colocó el tomate en la mesa y tomó el tenedor que le ofrecían, para darse de cuenta del detalle de que sus panqueques decían "Feliz cumpleaños" ella las volteó a mirar con un pequeño sonrojo, avergonzada, no había recordado su cumpleaños.

La rubia le dijo, con una sonrisa: — ¡Feliz cumpleaños, Tendo-san!―Junna soltó una pequeña broma: —Ese tomate es tu regalo de nuestra parte―.Maya tomó el tomate en su mano y le dijo con una pequeña sonrisa —Lo atesoraré. Para luego comenzar a comer.

Kaoruko cruzó el umbral de la puerta, adormilada, con Futaba detrás, quien le dio un tirón en su mejilla y le dijo: — ¡Kaoruko! ¡Ya despierta!

Justo venía entrando Karen con una sonrisa animada — ¡Buenos días, chicas!

Mahiru venía tras ella con una sonrisa, como habitualmente, y les dijo —Buen día — Para después dirigirse a la castaña clara que acababa de entrar —Karen-chan, estás bastante animada hoy, a pesar de que tuve que despertarte.

Una pelinegra pasó junto a Karen y fue directo a la mesa donde estaba Maya, entonces miró a Nana y soltó —Buenos días — Luego miró el desayuno de la castaña y en sus ojos se encendió una chispa, dirigiéndose a Junna. Quien era la que estaba mirándola, y le preguntó: — Son... British pancakes? (¿Son panqueques británicos?)

Junna asintió acomodándose los lentes —Yes, they are (Lo son)

Los ojos de Hikari viajaron a Nana, con una mirada de cachorro. La rubia la vio, y con una sonrisa buscó panqueques para ella —Aquí está el desayuno, Hikari-chan—La pelinegra observaba cómo Karen conversaba con Mahiru, pero más que nada, notaba cierto nerviosismo entre ellas.

Maya miraba la situación con una sonrisa, hasta que Karen se acercó a ella —Tendo-san, ayer me caí y me pegué en la cabeza realmente fuerte por lo cual he olvidado muchas cosas, principalmente fechas, y voy a ponerlas en el calendario para no olvidarlas nunca ¿Qué día cumples años? —Sacó su teléfono y luego abrió una aplicación.

Hikari veía la situación a un costado, mientras mentalmente chocaba la palma de su mano con su frente, y soltó —Qué discreta, Karen.

Maya le respondió —El vigésimo cuarto día de este mes.

Kaoruko comenzó a reírse, poco sutil, al ver la cara de confusión de Karen, la cual había ido directamente a Junna, la peli-azul se acercó a Maya y soltó —Qué suceso tan inesperado, ¿Puedes creerlo Futaba-han?

Futaba volvía de la cocina con dos platos en las manos después de seguir indicaciones de Nana. Asintiendo se sentó junto a Hikari —¿Cuántos son, Tendo-san?

Karen regresó. Saltando alegre, antes de darle un abrazo inesperado —¡Feliz cumpleaños!

Hikari miró seriamente a Maya y le dijo, una vez Karen se apartó, —Cuidado con los malos.

Mientras tanto… una rubia francesa caminaba de tienda en tienda buscando la mejor opción, pero no sabía qué comprar, ese era su principal problema. Si compraba un Baumkuchen, seguramente Nana haría uno y no tendría competencia, podría comprar algo de ropa, pero ni siquiera sabía la talla de Maya, libros… no sabía si comprar uno fuera realmente una buena idea.

Hasta que encontró lo que parecía ser un peluche de Cisne —¡Esto debe ser!

Las clases transcurrieron con normalidad, una vez llegaron a la academia. Justo ahora habían terminado y se encontraba Futaba haciendo prácticas extras sola, en la sala de entrenamiento después de las mismas, aunque técnicamente estaba jugando un juego en su celular sentada en el suelo. Hasta que una chica peli-azul se paró en el umbral de la puerta y cierta rubia se acercó por detrás de ella para colocarle las manos en los hombros y detener sus movimientos, haciéndola saltar —¡FUTABA-HAN! —Le gritó Kaoruko desde su posición para asustarla.

La pelirroja soltó un grito antes de voltear a mirar a la dueña de esas manos—¡BANANA! ¡¡KAORUKO!!

El dúo comenzó a reírse al ver el susto que acababa de pasar Futaba, hasta que Nana decidió hablar — ¿Qué haces aquí, sola?

Kaoruko que cargaba su clásico abanico la miró con una sonrisa divertida y le dijo —No te veo practicando.

Futaba se levantó del suelo, apagando de inmediato la pantalla de su teléfono — ¡Estaba investigando nuevas formas de estiramiento!— Mintió, nerviosa.

Nana le sonrió y le colocó una mano en la cabeza —Hoy nos vas a ayudar con algo.

—Si implica a Kaoruko, yo paso.

La mencionada hizo un puchero molesto a la vez que cubría su boca con el abanico — Vas a distraer a Tendo-han durante unas horas.

Nana sacó su teléfono de su uniforme y le mostró una foto de Futaba sentada jugando en su teléfono —¿Qué haremos con esta foto, Kaoruko-chan?

La peli-azul sacó su celular y le dijo —Pasámela a mí y yo le encontraré utilidad. Algunas incluyen a Rei-sensei

Futaba las miraba horrorizada antes de soltar un suspiro rendida —¿Dónde está Tendo-san?

Nana señaló la puerta —Debe estar en la mesa donde almorzamos, le pedimos a Hikari-chan que la entretuviese un rato. Iremos a preparar la sala de estar antes de que vuelvan.

Salieron juntas por el pasillo. Una vez Futaba estuvo en su uniforme habitual, caminaron hasta llegar a una ventana desde la que se podía ver a Hikari conversando con Maya. Las tres tuvieron que darle un vistazo más y limpiar sus ojos con sus manos para creer lo que veían. Hikari estaba hablando animadamente y Maya le continuaba la conversación con la misma emoción.

Hikari se había sentado junto a Maya ya hacía algunos minutos, estaban en silencio mientras veían los pastelillos que Nana les había dejado una vez, antes de que les pidiera que la esperaran ahí.

La pelinegra conocía el plan y desde que se lo comentaron no sabía cómo lograría distraerla con sus pocas capacidades comunicativas, hasta que la castaña rompió aquella tensión.

—¿Cuántos años dices que estuviste en Inglaterra?

Hikari fue tomada por sorpresa al escuchar su voz y se dijo a sí misma poner esfuerzo en esa conversación si quería cumplir la misión que se le había encomendado.

—Fueron doce años.

Maya suspiró con un pensamiento en mente "Qué chica tan difícil", entonces le dio una mordida a su dulce pensando en cómo seguir. Pero para su sorpresa Hikari habló antes —¿Karen fue un problema antes de que regresara?

La castaña le sonrió suavemente mirando a Hikari —La quieres mucho, ¿Cierto? —Cayó en cuenta de lo que dijo y apartó su mirada, totalmente avergonzada, Kagura-san le daba ese sentimiento de comodidad extraño.

La pelinegra se sonrojó ligeramente y dijo, apenas en un susurro, que Maya logró escuchar — Sí, es mi Karen.

Maya le sonrió y susurró para sí misma —Ma Claudine.

Hikari de pronto se sintió más relajada y comentó mirando su panecillo

—Cuando éramos pequeñas, Karen tenía tanta energía que se cayó y perdió un diente, diría que ahora es incluso más enérgica que entonces, por suerte era un diente de leche. Pero también es igual de despistada, porque entonces no se dio cuenta de que había perdido un diente. Me preocupé tanto que lloré por ella.

Maya le siguió la línea sintiendo cómo se relajaba a la par.

—Claudine es un tanto despistada también, aunque no lo parezca, suele querer llevarse a sí misma al límite sin saber cuándo parar. Entonces tengo que cuidarla, me preocupa.

Hikari miró a Maya con una sonrisa ligera —Es bueno saber que Saijo-san también puede ser despistada —A sus recuerdos llegó Mahiru despertando a Karen y soltó —Aunque ese tipo de cosas las hacen deseables para los malos.

Maya asintió frunciendo suavemente el ceño —Soy bastante estricta con los malos.

—Es peor cuando en nuestra habitación somos tres, pero no puedo sacarla porque ella llegó antes.

Maya asintió y le preguntó —¿Cómo lo soportas?

Hikari sonrió un poco para sí misma en victoria —Karen duerme conmigo.

La conversación fue guiada en ese rumbo y sin saberlo continuaron hablando sobre ello con total tranquilidad, parecía como si fueran las más grandes y comunicativas amigas, por ello cuando Nana, Kaoruko y Futaba las vieron decidieron dejarle todo el trabajo a Hikari y no interrumpir.

Ellas emprendieron rumbo a los dormitorios con el plan de decorar la sala de estar, antes de que Maya volviera. Junna estaba esperándolas ya en los dormitorios, había vuelto antes para darse un baño, Karen estaba con Mahiru adelantado unas galletas antes de que Nana volviera a hacer el pastel. Cuando Nana volvió con el resto de las chicas, emprendieron marcha a su plan: inflando globos, sacando una tira bastante larga de letras donde se leía fácilmente «Feliz cumpleaños».

Junna había decidido probar suerte en manualidades haciendo letras grandes en las que planeaba escribir «Tendo Maya».

Nana salió de la cocina una vez se puso en marcha con el pastel de cumpleaños, para preguntar en voz alta: — ¿Le darán un regalo a Tendo-san?

Junna se acomodó sus gafas pensando en responder antes de que Kaoruko hablara —¿Le dieron el tomate? Les dije que le gustaría.

Karen gritó desde la cocina donde hacía de ayudante con Mahiru —Creí que ella odiaba los tomates.

Futaba le dio un golpecito a Kaoruko en la cabeza a la vez que le reprendió —Sabes que ella odia los tomates, deja de causar líos.

Karen volvió a la conversación — ¿Creen que Hikari-chan esté bien con Tendo-san? Sabemos que ellas son muy introvertidas.

Nana, Futaba y Kaoruko se miraron entre sí recordando lo visto un rato atrás y temblaron ligeramente por lo rara que había sido la escena —Sí.

Nana preguntó de pronto tratando de borrar esa escena de su cabeza y asumiendo que su pregunta anterior había sido respondida de forma positiva—¿Qué le dijeron a Kuro-chan que le comprara como regalo a Tendo-san de su parte?

Junna se volvió a acomodar los lentes, justo iba a hablar hasta que Mahiru respondió —Pedí un póster de Aladdin, la obra de teatro para ella.

Karen gritó desde la cocina —Pedí una bufanda, viene invierno.

Junna respondió —Karen, faltan seis meses para eso.

Nana se encogió de hombros —La escuché pedirle calor a Kuro-chan.

Futaba y el resto de las chicas se sonrojaron ligeramente menos Karen, quien comentó deliberadamente —Pero si últimamente hace mucho.

Kaoruko se rio ligeramente y soltó —Ara ara... Quién lo pensaría de Tendo-han.

Futaba sintió su teléfono vibrar, dejó lo que hacía para contestar los mensajes, Junna pensaba aprovechar el momento para decir qué le regalaría a Maya, nuevamente acomodó sus gafas viendo la llegada de su momento de presumir su regalo —Yo le regalaré...

Fue interrumpida por Futaba quien alzó la voz para informarle a todas —Iré a buscar a Kuro-chan a la estación de trenes, es bastante tarde como para que vuelva caminando. Ya regresamos.

Maya sintió cómo el sol caía lentamente, había estado hablando con Kagura-san alrededor de una hora y aunque aún la conversación fluía por sí misma decidieron seguirla de camino a los dormitorios, estaba bastante cansada y esperaba encontrarse a Claudine en ellos, que ya hubiese regresado de encontrarse con su padre en el centro de Tokio, como le dijeron que había hecho.

Claudine llevaba todos los regalos envueltos en un bolso, había sido una búsqueda complicada asumiendo todo lo que había tenido que comprar para Maya y por todas, cuando Futaba pasó por ella en la moto hicieron malabares para lograr ordenar todo y caber en la moto, lo lograron, pero la pelirroja tenía que ir un poco lento para evitar un accidente, haciendo lo posible para no toparse las rutas con muchas curvas, por lo cual debían pasar junto a la academia. Futaba olvidó por completo que estaba evitando que las bolsas cayeran cuando vieron a Maya y a Hikari a mitad de camino a los dormitorios, pisó el acelerador. La pelinegra y la castaña solo vieron con asombro como conducía aquel motorizado.

Una vez llegaron al edificio, Futaba estacionó la moto y tomó los paquetes que Claudine le tendía mientras ella corría dentro del lugar —¡¡Viene!! ¡Están a dos minutos de estar aquí!

Futaba entró corriendo y lanzó los regalos sin bolsa en el sofá, entonces Kaoruko las vio desde la ventana y corrió a ocultarse detrás de la mesa, Nana en su desesperación por ocultar los regalos les lanzó una manta en el sofá y se metió debajo de ella con los regalos, la manta cubría casi todo el sofá y se formaba una especie de arco en el área de los asientos, por lo cual ella no se notaba debajo al estar acostada a lo largo del mismo. Junna se metió detrás del mencionado sofá, Futaba estaba tras un sillón, Mahiru y Karen estaba en la cocina y Claudine apagó la luz para meterse tras una cortina.

Maya cruzó el umbral de la puerta con Hikari, quien le dijo que se le había quedado algo en la sala de entretenimiento esa mañana. Por los nervios, Karen en su torpeza hizo caer unos sartenes y algunas ollas en la cocina provocando un estruendo enorme, haciendo a Nana levantarse en la manta asustada de que fuera su regalo o el pastel los que hubiesen caído al suelo. A los ojos de Maya había un manta levantándose por sí misma en el sofá y un ruido de cosas siendo lanzadas en la cocina, se dio la vuelta sobre sus talones y emprendió carrera. Hikari chocó la palma de su mano en su frente con un suspiro de decepción —¿Saben ser sutiles?

Claudine salió de entre las cortinas para subir corriendo las escaleras al segundo piso, buscando el dormitorio de Maya, el resto de las chicas salieron de sus escondites una vez Hikari encendió la luz, Kaoruko estaba riéndose lo cual contagio a Futaba quien comenzó a reír sin parar, antes de que se dieran cuenta eran un coro de risas por su propia estupidez, solo Hikari las miraba con una ligera sonrisa.

Cuando Claudine regresó con Maya estaban todas sentadas, algunas alrededor de la mesa tipo bar y otras viendo T.V en los sillones y sofá, Maya las vio y le sorprendió el cambio de ambiente del lugar a hace unos minutos atrás. Karen salto de detrás de un sofá con confeti en las manos gritando —¡Sorpresa! ¡Feliz cumpleaños, Tendo-san!

La francesa le regaló una sonrisa al ver a la castaña sonrojada por eso, cada una tomó un regalo de entre los colocados en el sofá y se lo entregó a una Maya que aún no lo creía, a la vez que le daban un abrazo, Nana hizo señas a todas para que se acercaran y Futaba apagó las luces, las velas del pastel de cumpleaños se encendieron y comenzaron a cantar, Maya se abrazó a Claudine conmovida y Hikari le dio una palmada en la cabeza en modo de apoyo. Cuando terminaron con ello la envolvieron en un abrazo grupal.

Nana de pronto dijo en el abrazo —THIS IS...

Maya sin resistirse soltó —¡TENDO MAYA!

Una vez rompieron el abrazo comenzaron a reírse y se destinaron a partir el pastel, Kaoruko empujó a Maya hasta los regalos y le dijo con una risilla —Pueden ser tomates.

Futaba le soltó un ligero golpe en la cabeza con reproche a la peli-azul y a Maya le hizo señas de que no lo eran en lo absoluto, Junna se acercó con una sonrisa entregándole el suyo nuevamente, insistiendo en que lo abriera —Esto te quedará muy bien y va a gustarte.

Maya se rindió y abrió el regalo, encontrando unas gafas dentro, eran lentes sin aumento, pero le hacían sentir la vista menos cansada, en agradecimiento colocó su mano en el borde de sus gafas como hacia Junna con las suyas —Gracias, Hoshimi-san, son magníficas.

Futaba miraba la escena rogando mentalmente que su regalo fuese el siguiente en ser abierto, Maya lo notó desde cierta distancia y leyendo los nombres escritos en el papel de regalo tomo el que decía "Futaba y el demonio azul", sin deducirlo mucho sabía que eso debía haberlo escrito Claudine. Comenzó a abrir el regalo a la vez que Futaba tomaba un vaso de jugo que le había tendido Nana al salir de la cocina, Karen estaba jugando al bar. Maya abrió el regalo y encontró una caja de dulces populares de Kioto, le sonrió a Futaba en agradecimiento y le dio un asentimiento a Kaoruko —Muchísimas gracias por esto, Hanayagi-san, Isurugi-san, los disfrutaré.

Continuó abriendo los regalos y se encontró el póster de Aladdin y el genio de la lámpara, lo cual la emocionó un montón, le había gustado demasiado la obra desde aquel día que fueron a verla juntas, entonces leyó el reverso del póster donde estaba escrito Mahiru, mirando a la chica soltó —Gracias, por este detalle. Lo colocaré en mi pared con adoración, Tsuyuzaki-san.

Viendo los dos últimos que tenía sin abrir, supuso que se trataba de Karen con Hikari y el de su Claudine. Tomando el más ligero comenzó a abrirlo encontrando una bufanda, Karen le dijo risueña —Te compré una bufanda porque se acerca el invierno, pero puede que te sirve ahora, porque he escuchado que le has pedido ca... —Nana había tapado su boca antes de dejarla terminar.

Maya sentía curiosidad sobre el resto de la oración, pero el sonrojo en el rostro de Nana, Junna, Futaba y la sonrisa malévola de Kaoruko le decían que era mejor no preguntar. Le respondió a Karen —Gracias, Aijo-san, lo usaré cada día en invierno.

Claudine vio como tomaba el suyo y lo abría emocionada, cosa que la conmovió, entonces sintió los nervios crecer en ella, Maya vislumbró el cisne de peluche y lo abrazó contra su cuerpo, contenta. La rubia se olvidó por completo de que estaban siendo observadas y abrazó a la castaña susurrándole —Feliz cumpleaños, Ma Maya.

Kaoruko mirando a Karen, le dijo —Parece que ya no va a necesitar la bufanda, Karen-han.

Nana la miró alarmada y decidió hablar antes de que Karen lo hiciera y no pudiera detenerla —¡Falta mi regalo!

Maya se levantó del sofá con la bufanda alrededor del cuello, el póster en la mano, la caja de dulces en la otra, los lentes aun colocados y el cisne abrazado contra sí para acercarse a la mesa donde estaba Nana. Colocándolo todo ahí con el máximo cuidado posible para decirle: —Espero que sea lo que creo que será.

Nana volvió con una bandeja llena de Baumkuchen del que tanto amaba Tendo-san —Daiba-san, nunca me fallas.

Nana le sonrió y le tendió un tenedor —Bana-nice!

Junna y Mahiru estaban repartiendo el pastel de cumpleaños. Así lo pasaron un rato celebrando el cumpleaños de la estudiante número uno de la academia Seisho, la prodigio, Tendo Maya. Llegado el momento de ir a sus habitaciones, se aseguraron de limpiar la sala. Cuando Maya estaba por irse, Karen empujó ligeramente a Hikari a ella y le dijo —¡Vamos Hikari-chan, hazlo!

La pelinegra miró tímidamente a la castaña a la vez que Karen y Claudine se apartaban un poco para darles privacidad, pero no lo suficiente como para dejar de escuchar, Hikari entonces habló —Tendo-san... Toma —Sacó algo envuelto en papel de regalo de su espalda y le dijo —Feliz cumpleaños —Hacia lo posible para evitar su mirada y un sonrojo hizo presente en su rostro de la vergüenza que estaba sintiendo, mientras le tendía el regalo.

Maya se sonrojó igual y le regaló una sonrisa antes de colocarle una mano en la cabeza en agradecimiento, dándole una palmada. Karen veían la escena desde lejos con curiosidad y Claudine parecía estar molesta. Maya con una pequeña sonrisa le dijo —Gracias, Kagura Hikari —Lo abrió frente a ella encontrando un peluche de Mr. White. Cosa que la hizo reír ligeramente —Esto es muy tú.

Hikari asintió con una sonrisa antes de caminar hacia Karen — Mr. White It's my style (Mr. White es mi estilo)

Maya subió con Claudine y el resto de sus regalos a su dormitorio mientras Karen tomaba rumbo al suyo con Hikari. Mahiru ya se había ido hacia un rato antes, tenía que hablar con alguien antes de dormir, según se disculpó con el resto de las chicas al retirarse de su fiesta.

Una vez Nana se quedó en la sala con Junna a solas, esperó verla salir de la cocina junto al arco que hacía de puerta con una sonrisa, su plan se dio a la perfección. La chica más baja pasó a su lado, ella aprovechó para acercarse suavemente con una mirada juguetona antes de acorralarla contra la pared más cercana y susurrarle a la vez que se acercaba lentamente a sus labios —¿Por qué no me regalas gafas a mí?

Junna se abrazó a su cuello acercándola a sí y le dijo —No arruines la sorpresa.

Nana mordió sus labios en un beso y lo profundizó suavemente, entonces le susurró contra ellos mirando el rostro ruborizado de Junna —Llevo todo el día esperando por este momento, no quiero ninguna sorpresa.

La distancia se acortó por Junna quien tomo la iniciativa esta vez y unió sus labios a los de la rubia, sus manos comenzaron a viajar por su cuello y nuca acercándola a sí, Nana lo tomó como una invitación y había comenzado a acariciar una de sus piernas al levantarla contra su cuerpo, el beso se hacía cada vez más intenso. Junna aprovechó un segundo donde sus labios se separaron porque la rubia empezó a lamer y besar su cuello con dulzura, estaba sintiendo que perdía la cordura y aunque el lugar donde estaban le parecía el menos adecuado, no quería parar —Yo quiero que tú me sorprendas—escucharon de pronto la voz de alguien que las interrumpía.

—Ara ara, ya no tienen respeto por los espacios públicos, Futaba-han.

— ¡KAORUKO! Te dije que podríamos volver en otro momento.

—Pero ¿Qué hago yo si se me ha quedado mi indispensable abanico?

Nana se separó tortuosamente de la chica de lentes y le preguntó ruborizada —¿Eso te sorprende?

Junna acomodó sus lentes y negó con la cabeza apartándose de Nana totalmente sonrojada —Lamentablemente no.

Maya entró a su habitación después de Claudine, colocando sus regalos en su escritorio y le preguntó —¿Estuviste buscando esto todo el día?

Claudine le señaló al cisne —Principalmente eso, fue realmente difícil de encontrar.

Maya se acercó a ella al verla distraída y la abrazo por la espalda suavemente. Acercándose a su oído le susurró —Pero si el único regalo que yo quiero es éste.

La francesa entró en caos y decidió apartarse antes de perder la cordura —¿N-no estuviste preocupada por mí en todo el día?

Maya tomó su mano y la jaló consigo a la cama, sentándose y a Claudine sobre sus piernas, la rubia solo se dejó llevar convenciéndose a sí misma de que sería flexible el día de su cumpleaños. La castaña le sonrió antes de decirle —La profesora me dijo que habías tenido que ir a encontrarte con tu padre en el centro de Tokio, me sorprendió que no me lo dijeras, pero lo tomé a bien, no recordaba que era mi cumpleaños, hasta que me regalaron esto—Maya de entre su bolso sacó un tomate entero y lo colocó en su mesita de noche, la rubia al verlo soltó una suave risa.

—Me imagino tu cara de felicidad al recibir tal cosa.

Maya frunció el ceño y calló sus risas con un beso, probando sus labios con dulzura, la rubia se dejó caer en la cama con ella y las manos de la castaña pasaron por su espalda, entonces Maya le susurró —No era tan feliz como ahora.

La rubia se comenzó a reír antes de sentir como se invertían las posiciones y terminaba bajo Maya ahora recostada en la cama, acorralada —Eres demasiado confiada.

La castaña mordió sus labios suavemente en un beso antes de meter su mano bajo la blusa que cargaba la rubia. La francesa perdió el control ante su tacto y Maya aprovechó para susurrarle al oído —Ma Claudine, te amo.

La rubia le sonrió entre suspiros ante su tacto y le devolvió entre cortadamente —Ma Maya... Y yo a ti. Feliz cumpleaños.

Bajó a su cuello con besos antes de volver a sus labios y decirle entre los mismos —El mejor cumpleaños, Ma Claudine. Aunque este es mi regalo favorito.

 

Buenas...

Escribí esta historia como regalo de cumpleaños de una preciada amiga que siempre me ayuda en todo, Yuu. el punto es que ella cumplió hace días y yo no pude publicar hasta ahora.


Igual, gracias por todo tu apoyo y esos fics geniales que escribes Yuu, espero que sigas cumpliendo muchos años más y gracias por ser tan genial.


Ella es amante del Mayakuro asique pues... se explica solo XD


Se van a sorprender de lo activa que estaré este mes. Será el mes en el que más publique. Debo agradecer a Han-sama por corregir esta historia, a Tendo-san por ayudarme en ciertas partes y a todos ustedes por su paciencia y continuar leyéndome, espero que esto repare un poco sus corazones de la última historia que subí.

 

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