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  • Foto del escritorEri1305

25 veces sabor a fresa

— Chicas, como sabrán la próxima semana en la academia se realizará el festival de medio año. A los docentes se nos encomendó informarle al alumnado que, al contrario de las veces anteriores, en esta ocasión tendrán que idear algo distinto a lo del año anterior — Comento la profesora de la clase A, Sakuragi, mientras recorría la parte delantera de la sala intentando idear algo.


Los festivales a mitad de año en la academia Seisho no eran como los que se realizaban en la clausura del semestre, donde comúnmente la clase A representaban la obra "Starlight" sino que era algo un poco más relajado, donde venían escuelas y academias vecinas a estrechar lazos. Debido a ello habían optado por adoptar aquellos festivales típicos japoneses.


Las alumnas rápidamente comenzaron a alegar sobre aquella extraña regla impuesta, ya que, si mal no recordaban, el año pasado habían abierto un gran puesto de comida donde Banana, Karen y Mahiru se habían encargado de la preparación de las comidas mientras el resto de la clase se encontraba dividió en dos grupos, uno encargado de atender las mesas y otro encargado de la parte de teatro, en la cual armaron una pequeña obra de títeres.


Todo había resultado perfecto, el dinero que recaudaron les sirvió para la cena en conmemoración del "99° Starlight".


— Hoshimi, como representante de la clase, puedes tomar el mando de todo esto — Dijo la profesora sentándose resignada después de no recibir ninguna propuesta por parte de sus alumnas.


Junna firmemente asintió ante el pedido de la maestra, camino hacia la pizarra mientras el bullicio se mantenía, carraspeo un poco su garganta antes de golpear con su palma la pizarra captando la atención de todas.


— Perfecto... — Comento arreglándose sus lentes — bien chicas, acepto propuestas para la actividad, queda fuera el puesto de comida y las obras de todo tipo. Ante aquello las chicas se quejaron, dado que la clase A si en algo se especializaba, era en la actuación de todo tipo.

Karen levanto su mano diez veces, pero de aquellas ideas Junna descarto todas. Aun así, siempre le daba la palabra ya que parecía ser la única que se notaba entusiasmada ante todo lo que vendría.


Los minutos fueron pasando y el tiempo rápidamente parecía llegar a su límite, fue justo ahí donde Kaoruko levanto su mano, no estando del todo segura de sí su idea podría servir del todo.


— ¿Cuál es tu propuesta, Hanayagi-san? — Le pregunto Junna mirándola con duda.


Kaoruko espero que el bullicio se redujera un poco en la sala para después decir — ¿Qué tal un Kissing booth? — El silencio reino la sala de la clase A mientras todas miraban anonadadas a la chica de Kyoto por lo que había propuesto — Quiero decir, podría tener un numero especifico de participantes y una suma considerada por persona, ¿Qué tal un cupo para unos... 25?


Muchas de las chicas se sonrojaron ante aquello y es que la propuesta aparte de ser descabellada, iba por encima de los valores que se les habían implementado en la academia.


— ¿Ha-Hanayagi-san... no crees que eso podría ser mucho? — Junna tampoco estaba del todo convencida sobre lo que Kaoruko había propuesto, pero al observar a la profesora y sin recibir una negación de su parte, opto por debatir un poco sobre la idea propuesta — no sabemos qué tipo de personas vendrán, pero si hay alguien que esté dispuesta a ofrecerse entonces lo tomaremos en consideración.


El silencio que se había presentado después de aquel comentario prontamente desapareció cuando algunas comenzaron a comentar; "¡Ya que Kaoruko dio la idea, que ella se ofrezca!" aquello se repitió por alrededor de unos minutos.


La paciencia de la peli—azul rápidamente se agotó y ante ello exclamo molesta — ¿¡ACASO ALGUNA DE USTEDES ME BESARÍA!?


Nuevamente el silencio reino la sala.


Junna entendiendo un poco el asunto y con la mente ahora un poco más despejada propuso — Supongo que debe ser alguien lo suficientemente popular como para captar la atención de todos.


Pero aun con los reclamos de indignación de Kaoruko, fue en ese momento que todas, excepto a una rubia que seguida perdida en sus pensamientos, se les paso la imagen mental de aquella castaña.

Tendou Maya...


Las demás chicas entre animadas y sonrojadas propusieron a la esbelta castaña, pero la representante de la clase rápidamente tuvo que matar las ilusiones de las jovencitas.


— Ustedes saben que Tendou-san se ausentará durante el festival, probablemente llegue al día siguiente, no podríamos incluirla sin su aprobación y más sabiendo que no se encuentra en Tokyo.


Fue entonces cuando las miradas de todas fueron a parar a donde la segunda más popular que se encontraba en el salón, pero Claudine en silencio desde su pupitre aún seguía maquinando en qué propuesta podría dar para sobresalir este año ya que AQUELLA era su oportunidad perfecta, de eso no cabía duda y más aun con la ausencia de Tendou Maya.


— Sí... definitivamente... — Murmuro sin darse cuenta que el resto de las alumnas la miraban con alegría y emoción ante la afirmación de la francesa.


Claudine sin entender del todo solo pronuncio — ¿Oui? — pero sus compañeras parecían no prestar atención debido a la euforia de la respuesta que anteriormente había dado la rubia.


Lo único que llegaba a sus oídos era "¡Claudine-sama~!"


Junna se aclaró la garganta antes de volver a hablar para toda la clase — Entonces está decidido, Saijo-san. Contamos con tu ayuda.


— ¿Eh...?


◇◇◇


— Las chicas de la academia Seisho pondrán una Kissing booth — comentaban los chicos de otras escuelas.


— Debes de estar de joda, las chicas de aquella escuela son de otro estatus, ¿quién te lo dijo?


— Lo escuche de otro idiota, tenemos que ir.


— ¿Sabes quién estará?


— ¡Saijou Claudine!


De esa forma con los días la noticia de que Claudine sería la anfitriona del Kissing booth se esparció por toda la capital de una manera barbárica, tal era el caso que incluso podía estar casi segura que las miradas escondidas hacia su persona habían aumentado de sobremanera.


— "Sé que había dicho que quería ser más reconocida que Tendou Maya, ¡Pero no de esta manera!"


Y por eso ahora se encontraba ahí, parada detrás de una Kissing booth completamente decorada al típico estilo americano. Miro para ambos lados aun sin poder creer en cómo demonios se había logrado meter en semejante error.


— ¡Hoshimi, ven! — Le grito a Junna quien al parecer sería la encargada de vender los boletos.


— Saijou-san — Respondió alegre la chica de las gafas — ¿estas emocionada por todo esto?


— ¿Te parezco emocionada? — Quería poder desquitarse con alguien, pero definitivamente la chica de lentes no tenía por qué pagar por su torpeza, un suspiro escapo de sus labios antes de preguntarle a Junna — ¿Podrías explicarme esto nuevamente?


— No te preocupes, ahora mismo te lo leo nuevamente — La más bajita saco una pequeña libreta de su bolsillo y comenzó a leer los tips anotados — Primero, no se permite que adultos participen. Segundo, no puede durar más de 4 segundos. Tercero — para esto se tomó una pausa mientras rebuscaba en su bolsillo una pequeña bolsita con pastillas de menta — a los participantes se les otorgara una pastilla para cuando les toque pasar — Claudine la miro abatida, entendiendo el por qué — ya sabes, por si alguno tiene mal aliento. Cuarto, nada de manos, ellos no te podrán tocar. Quinto, nada de lengua — ante esto, la rubia se sonrojo — solo será un casto beso y por último, tienes la opción de vendarte los ojos si gustas — Terminó Junna de decirle mientras le entregaba un cubre ojos negro.


Claudine suspiro mientras volvía a dirigir su vista a las demás atracciones.


— Iré a recorrer un poco, ¿A qué hora debo estar de vuelta?


— En una hora, ¡No te olvides!


— Bien, bien, no te preocupes. Cumpliré con mi palabra.


Claudine recorrió alguno de los lugares en solitario, si bien ella sería la encargada de la cabina de los besos, el resto de sus compañeras tampoco era como si la estuvieran pasando mejor ya que el resto de la clase se había unido a la clase B de obras escénicas para recrear una pequeña orquesta, y que decir, definitivamente sus compañeras no parecían tener demasiado talento con los instrumentos.


Solo se acercó a saludarlas en el pequeño descanso que estaban teniendo para después volver con su recorrido.


Esquivo un poco de gente mientras caminaba, jamás pensó que aquel recinto podía llegar a llenarse de tal manera, pero debido a la multitud y a algún extraño distraído, termino chocando con alguien, cuando pensó que caería estrepitosamente al suelo, alguien detuvo su inminente caída agarrándola con delicadeza.


— ¡Hey! ¡Fíjate por donde vas! — Sabia que no estaba bien gritarle a aquel extraño que casi la había hecho caer, pero al fijar mejor su vista, todas sus palabras quedaron en el aire.


— Lo siento, Claudine — Maya se disculpó regalándole una limpia sonrisa mientras esperaba que la rubia volviera nuevamente a enderezarse.


— ¿¡T—Tendou Maya!? — Exclamó con una irritación que rápidamente se convirtió en duda — ¿En qué momento llegaste?


La castaña se rasco levemente su mejilla — Hace algunos minutos, me dijeron que estaban realizando la feria y quise venir a darme una vuelta.


— Pues para tu información todo está perfecto, ahora puedes irte, estamos todas ocupadas — Dijo Claudine antes de darle la espalda a Maya, con un poco de tristeza, quizás de tener que dejarla para ir a besar a sus 25 desconocidos.


Pero en un acto de impulso la castaña agarro la mano de Claudine exclamando — ¡Espera!


— Qué quieres ahora, Tendou Maya — La francesa no quería que ella la viera decaída, pero Maya poco ayudaba en todo esto y más aún si intentaba retenerla de ir.


— Solo ven conmigo, te invitaré algo.


— ¿¡E—Eh!?


Y así ambas recorrieron el resto de las atracciones, casa embrujada, escuchar un poco a la orquesta de rookies y para finalizar un pequeño puesto de helados caseros de un curso de primer año.


La castaña le pidió a Claudine que la esperara sentada en una de las bancas que se encontraban algo alejadas de todo el bullicio que se producía por la alta asistencia al festival. Claudine deseaba perderse en sus pensamientos en aquel momento, mirar hacia el cielo y rogar porque este momento durara para siempre y el de la cabina de los besos se redujera a un solo parpadeo, pero sabia que aquello seria imposible.


Un suspiro escapo de sus labios mientras la castaña hacia su aparición nuevamente con dos helados de fresa en sus manos.


Ambas comieron en silencio y no por incomodidad, sino simplemente porque aquel silencio era demasiado idílico como para arruinarlo con palabras innecesarias.


Los minutos pasaron y su helado rápidamente fue reduciéndose, Maya al verla servirse sin quejas le pregunto — ¿Esta bueno?


Pero la rubia aun un poco perdida en sus pensamientos solo soltó un — Mmmh.


Claudine no quería ignorarla, pero no sabía cómo afrontaría aquello en lo que se había metido, quizás lo mejor sería pensar en otra cosa — "Ocuparé el cubre ojos, eso ni se discute" — se dijo mentalmente mientras otro poco de helado iba a su boca.


Pero pensar en quien, ¿En alguien que le gustase?


¿Siquiera había un alguien?


Fue en ese momento que la imagen de Tendou llego a su mente, quizás si fuera ella quien la besara aquello no resultaría del todo malo...


— ¿No lo está? Estaba segura que tu sabor favorito era el fresa... quizás me equivoque.


— ¿¡Hmm!? — Pero rápidamente exploto ante la idea que su mente le había mandado — "¿¡Tendou Maya!? ¿¡En serio!?"


— Hey, no te sirvas tan rápido, terminarás manchandot...— Le intento decir Maya mientras la detenía.


Pero Claudine rápidamente se puso de pie, toda esta cercanía y amabilidad no le hacía bien a su corazón — ¿¡Q-Qué demonios crees que haces!? No necesito nada de esto, tengo algo importante que hacer ahora.


De esa manera escapó, dejando a la castaña sentada en la banca con su helado aun en la mano.


◇◇◇


La rubia llego más ofuscada de cómo se había ido, quería terminar esto lo más rápido posible y rogarles a todos los santos que nadie haya gastado su dinero en algo tan burdo como un beso — ¿Se han vendido algunas? — pregunto rogando que la respuesta de la chica con gafas fuese "No", pero la alegría de esta era demasiado notoria para que la respuesta de aquella pregunta fuese negativa.


— ¿Qué clase de pregunta es esa? — Dijo con regocijo — ¡Están agotados! ¡Fue todo un éxito!


— ¿E-En serio? Que alegría...


— En unos segundos abriremos, por favor ve a dentro, yo estaré al pendiente aquí en caso de que pase algo.


— Bien... — Derrotada la rubia respondió.


Fue así como un poco cabizbaja camino hacia el interior de la Kissing booth, hasta que de atrás escucho a Junna gritar con alegría — Saijou-san, solo intenta pensar en alguien que te guste, probablemente sea más ameno de lo que crees...


Pero nuevamente la imagen mental de su enemiga volvía a su mente.


— Como si eso pudiera ser posible...


Claudine espero dentro, tomo grandes bocaradas de aire y procedió a colocarse el cubre ojos. Se mantuvo de pie con los brazos sobre la mesa que la dividiría de las personas que pagaron para recibir un beso de ella.


No quería que sus sentidos le jugaran una mala pasada, pero parecía más susceptible a todo con los ojos tapados. Pudo sentir como se tensaba cuando las cortinas de la cabina se movieron, pero debía mantenerse firme y compuesta, no ceder ante el nerviosismo.


Solo pedía una cosa ahora mismo — "Dios, que haya comido la pastilla de menta, la pastilla de menta..."


Pudo sentir como se acercaba y fue en ese momento en que las palabras que ella misma se había dicho y las que Hoshimi le volvió a decir resonaron en su cabeza


La persona que me gusta...

¿La persona que me gusta?

Tendou Ma...


Su mente la visualizo y sus labios se cerraron en un casto beso.

Pero para su sorpresa, el beso que en un momento comenzó de manera calmada poco a poco empezó a tornarse más apasionado.


— "¿¡Hmm!?"


Claudine quería alegar o incluso apartarse, pero algo se lo impedía. Nuevamente las cosas que Hoshimi le había dicho resonaron en su mente — "¡Ella había dicho que eran 4 segundos!"


Pero su cuerpo poco cooperaba y más aún cuando aquella persona agarraba sus manos de forma delicada y sus labios desprendían aquel exquisito sabor a fresa...


Sus labios se separaron cuando la rubia necesito respirar, fue entonces que aquellas delicadas manos apartaron el cubre ojos negro mostrando ante la vista de Claudine una bella castaña con la respiración entre cortada al igual que ella.


Maya le sonrió mientras volvía a agarrar las manos de la rubia y le recitaba — Claudine, Je veux tout de toi — acompañado del segundo beso — Tes bisous — tercer beso — tes paroles — cuarto beso — tes câlins et ton coeur — quinto beso.


La rubia ante aquello soltó una risita melódica — Eres una idiota, donde aprendiste eso.


— He estado estudiando — Atinó a responderle Maya con orgullo en sus palabras.


— Eres tan molesta — Le dijo a esta para que se callara mientras le daba un beso — una sabelotodo.


Pero Tendou Maya parecía saber cómo responder a cada una de sus palabras de forma perfecta para sus oídos.


— Aun me debes otros 19 besos.


— Te odio... — Respondió Claudine esta vez mientras salía de su puesto para quedar frente a la castaña y exigir nuevamente aquellos labios sabor a fresa.

 

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